Ley de penalización del cliente: una aberración jurídica

 

Por Nicolas Gardères

 

Publicado el 05/04/2016

 

http://www.lefigaro.fr/vox/societe/2016/04/05/31003-20160405ARTFIG00222-loi-sur-la-penalisation-du-client-une-aberration-juridique.php

 

FIGAROVOX/TRIBUNE – La ley de penalización de los clientes de las prostitutas ha sido aprobada este miércoles. Para Nicolas Gardères, se trata de una ley de infantilización, más que de protección, que producirá efectos exactamente contrarios a los pretendidos.

 

 

Nicolas Gardères es abogado y director de conferencias en Sciences-Po Paris. Es el abogado del Colectivo Derechos y Prostitución, organización francesa creada por trabajadoras y trabajadores del sexo para la defensa de sus derechos.

 

“El hecho de solicitar, aceptar u obtener relaciones de naturaleza sexual de una persona que se dedique a la prostitución, incluso cuando sea de manera ocasional, a cambio de una remuneración, de una promesa de remuneración, de la entrega de un beneficio en especie o de la promesa del mismo, está castigado con la multa prevista para las faltas de quinta clase” (Futuro artículo 611-1 del Código Penal).

Este 6 de abril, el largo recorrido legislativo del proyecto de ley “para reforzar la lucha contra el sistema prostitucional” ha llegado a su término. Presentado en octubre de 2013, habrá conocido tres debates y tres votaciones en cada una de las dos asambleas parlamentarias; movilizado, sin éxito, una comisión mixta paritaria; y será finalmente aprobada el 6 de abril por la Asamblea Nacional, a la que el artículo 45 de la Constitución de la 5ª República concede la última palabra en caso de desacuerdo con el Senado.

La oposición entre las dos cámaras se cristalizó en torno a la disposición central de la ley, o sea la penalización de los clientes de las prostitutas. A propósito de tal asunto, existen numerosos campos y niveles de análisis. Nosotros dejaremos a un lado los de la moral y la antropología, dominados por las honestas personas que conocen y dicen el bien.

En el terreno político, que debe ser el de la eficacia en relación a los fines deseados, conviene notar que una organización como Médicos del Mundo, cuya experiencia, desinterés y obra de utilidad pública son indiscutibles, se ha opuesto con firmeza al texto, considerando que la represión legislativa de la prostitución tiene siempre como consecuencia el aislamiento de las trabajadoras del sexo, aumentando su precariedad, obstaculizando su acceso a la atención sanitaria y a la prevención, y reforzando su exposición a la violencia y a la explotación.

El análisis de Médicos del Mundo no está solo, sino que es compartido por todos los actores sobre el terreno, es decir aquellos que están en contacto con la realidad cotidiana de la prostitución. Es compartido igualmente por mi cliente, el Colectivo Derechos y Prostitución, principal organización francesa creada por trabajadoras y trabajadores del sexo para la defensa de sus derechos. Nos enfrentamos pues a una ley rechazada por aquellos a los que pretende proteger, así como por aquellos que les ayudan y les protegen realmente.

Esta ley de higiene mental y de infantilización, más que de protección, es una mala ley, contraproducente, que ocasionará efectos exactamente contrarios a los pretendidos.

Sin embargo, no es en el terreno político-sanitario en el que esta ley es la más nefasta. Jurídicamente, descansa sobre una monstruosidad, raramente vista en la historia del derecho. En efecto, al suprimir todo delito de captación, la ley establece la perfecta y total legalidad de la actividad encaminada a prostituirse. Pero, al mismo tiempo, hace de la compra de actos sexuales una infracción penal, es decir, un acto estricta y sistemáticamente ilegal. Así, una actividad totalmente legal (prostituirse) genera un acto perfectamente ilegal y penalmente reprimido (recurrir a los sevicios de una prostituta).

El actual gobierno ha mostrado, estos últimos meses, que mantenía una relación bastante libre y distante, ligera, con el Estado de derecho. Aquí, instila una aporía vertiginosa en nuestro orden jurídico, en el mismo corazón de éste, en su punto más sagrado y frágil, en el derecho penal.

Por sí sola, esta locura jurídica debería llevarse por delante la ley. El Consejo Constitucional tendrá igualmente que pronunciarse sobre pesadas problemáticas vinculadas con los derechos fundamentales: derecho a la salud y a la seguridad de las personas, libre disposición del propio cuerpo, libertad de comercio y de industria…

Pues es necesario que los senadores, que han rechazado por tres veces este principio de penalización del cliente, se atrevan a recurrir al Consejo Constitucional desde el momento del voto final de la ley. Si no se encuentra 60 senadores para hacerlo (es el umbral previsto por la Constitución), yo invito a Gérard Larcher, Presidente del Senado, a hacer uso de su derecho constitucional en la materia y a recurrir él mismo a los sabios de la calle Montpensier. Poco importa su opinión personal sobre la ley. La mayoría de su asamblea ha votado en contra por tres veces y ha sufrido la humillación de la última palabra dada a la Asamblea Nacional. Es su deber constitucional, tratándose de una ley que plantea tantos graves problemas jurídicos, que ésta pueda ser examinada por el Consejo Constitucional antes de cualquier entrada en vigor. En cualquier caso, y por principio, es deber de Gérard Larcher y de sus senadores ejercer sus derechos, para que esta ley peligrosa no pase nunca a integrar nuestro orden jurídico.

 

Las falacias lógicas corrientemente utilizadas por los activistas anti trabajadoras sexuales

por Furry Girl

 

28.11. 11

 

http://www.feminisnt.com/2011/the-common-logical-fallacies-deployed-by-anti-sex-worker-activists/

Si hay algo que el movimiento Occupy nos ha enseñado, es que hay un montón de gente con muy poca comprensión de la lógica. Por ejemplo, la respuesta más frecuente a mi desacuerdo con Occupy es algo como “Oh, entonces ¿te gustan los estados policiales fascistas?” o “¿Por qué odias a los pobres?”. Esto se llama falsa dicotomía : crear dos falsas “orillas” y hacer como que el oponente sólo tiene dos opciones. (Otro ejemplo: la gente que proclama que o eres feminista o eres misógina, y que no hay otra opción).

Para ayudar a mis lectores a comprender mejor las falacias lógicas más frecuentes, de forma que sean mejores polemistas y pensadores, he pensado que podría ilustrarlas usando los argumentos con los que solemos tener que lidiar como trabajadoras sexuales. Mi reconocimiento a las siguientes fuentes: The Skeptic’s Guide to the Universe y Michael C. Labossiere at Nizkor.

Argumento de la ignorancia : afirmar que algo tiene que ser cierto porque no se puede probar que sea falso.

“No hay buenos estudios acerca de cuántos niños esclavos sexuales son torturados por chulos y tratantes en nuestra ciudad, así que tenemos que suponer que deben ser decenas de miles.”

Apelación a la popularidad: argumentar que si una creencia es general, tiene que ser cierta.

“Todo el mundo sabe que mirar porno convierte a los hombres en violadores y maltratadores.”

Relacionada: Apelación a la práctica común.

“De acuerdo, quizá nuestras estimaciones de cuántos hombres violan a sus mujeres después de ver pornografía no son perfectas, pero la sociología no es una ciencia exacta.”

Argumento de incredulidad personal: si alguien no puede entender una cuestión, nadie puede entenderla.

“Para mí sería extremadamente degradante y opresivo mostrar mi cuerpo a un extraño por dinero;  por tanto, es imposible que tú no te sientas degradada y oprimida por tu trabajo.”

Pregunta cargada: hacer una pregunta con trampa que sólo admite respuestas que harán que tu oponente parezca malo.

“¿Siempre has creído que violar a la gente por dinero es algo aceptable?”

Argumento de autoridad: una supuesta autoridad cree algo, así que tiene que ser cierto.

“Muchas profesionales feministas con doctorado creen que todo trabajo sexual es esclavitud sexual, así que esa tiene que ser la posición correcta.”

Confundir intencionadamente correlación y causa: que dos factores ocurran simultáneamente no significa que uno sea la causa del otro.

» Ted Bundy admitió que le gustaba la pornografía; por tanto, la pornografía fue la causa de que asesinara personas.”

Culpa por asociación: despreciar una opinión porque tiene algo en común con las creencias de gente “mala”.

“Los predadores sexuales y los proxenetas desean que haya menos leyes que regulen la industria del sexo; ¿por qué estás tú de su parte?”

Pista falsa: introducción de un tema irrelevante para distraer del tema del que se está tratando.

“Claro, tú dices que estás a favor de que los adultos tengan el derecho a realizar porno si quieren, pero qué pasa con los niños indefensos que son violados y víctimas de abusos en la producción de pornografía infantil?”

Falso continuum: alegar incapacidad para ver ninguna diferencia entre dos conceptos, tales como consentir y no consentir.

“Cuando hay dinero por medio no existe el auténtico consentimiento, así que nadie consiente de hecho en el trabajo sexual y todo él es violación.”

Sobregeneralización: defender una postura basada en una información muy escasa o muy escogida.

“Las únicas prostitutas que he conocido en mi ciudad son drogadictas que trapichean en los barrios bajos, así que todas las trabajadoras sexuales deben ser drogadictas vagabundas.”

Apelación a las consecuencias de una creencia: algo tiene que ser cierto porque a alguien no le gustan las consecuencias de que no lo sea.

“Despenalizar la prostitución tiene que ser malo para la sociedad, porque yo odiaría vivir en un mundo en el que la sexualidad fuera aceptada como una mercancía.”

Falsa dicotomía: reducir una cuestión compleja a sólo dos opciones de blanco o negro.

“Dices que estás en contra de prohibir los anuncios de contactos. ¿Cómo puedes pensar que sea aceptable que los proxenetas trafiquen con niños esclavos sexuales?”

Falacia del verdadero escocés: desestimar las pruebas que no son de tu agrado diciendo que no son auténticas.

“Las trabajadoras sexuales son oprimidas y golpeadas por sus chulos en la calle, así que tú no debes ser una auténtica trabajadora sexual. Tú no eres representativa.”

Apelación a la emoción: argumentar basándose en los sentimientos.

“¿Te gustaría que tu hija fuera vendida a un proxeneta en internet? ¡A menos que detengamos la trata, tu familia podría ser la próxima!”

Falacia de la conclusión equivocada:.un argumento carente de todo sentido.

“Este club de strip debe ser cerrado porque hay una escuela unas manzanas más allá.”

Nitidez engañosa: recurrir a un ejemplo especialmente dramático.

“Una niña de 13 años fue rescatada por la policía tras haber sido secuestrada y forzada a punta de pistola a prestar servicios sexuales a cientos de hombres para ganar dinero para su secuestrador, que la violaba y la golpeaba con regularidad. Por tanto, cualquier situación que conlleve venta de sexo es inherentemente una situación de explotación”.

Pendiente resbaladiza: pretender que si aceptas la idea A, tienes que aceptar también la idea  B.

“Si despenalizamos el trabajo sexual y aceptamos su práctica como normal, después tendremos que hacer lo mismo con otras formas de desviación sexual, como la pedofilia y el bestialismo.”

Falacia del hombre de paja : rebatir una postura imaginaria que es más fácil de rebatir que el tema real.

“Estos activistas pro-trata piensan que la esclavitud sexual es una opción, pero nosotros creemos en los derechos humanos y la dignidad de las personas.”

Punto medio : la creencia de que la verdad está en el medio.

“Algunas personas dicen que mirar pornografía de adultos hace que los hombres violen a los niños, y otras dicen que eso no es cierto en absoluto, así que la verdad es, obviamente, que mirar pornografía sólo hace que los hombres violen niños la mitad de las veces.”

Tautología: reformular la premisa como su propia evidencia.

“El trabajo sexual es degradante y malo porque cobrar por sexo es inmoral.”

 Ad hominem : ataque a la persona, no al argumento.

“Y tú, ¿qué sabes de nada? No eres más que una estúpida puta.”

Poste de la portería en movimiento:  cambiar continuamente el modo en el que defines la evidencia o la correción según el oponente va desmontando tus argumentos.

“De acuerdo, puede que no haya 300.000 niños esclavos sexuales en Estados Unidos como hemos estado diciendo en todos nuestros medios subvencionados, pero incluso si sólo hubiera tres, sigue siendo un problema masivo que justifica tantas donaciones y subsidios.”

[Actualización: Si eres un friki de las falacias mira  esta preciosa infografía en  «Information is Beautiful».]