17 mil trabajadoras sexuales de La Paz vuelven a ofrecer sus servicios tras aprobación de guía de bioseguridad

Los efectos de la pandemia obligaron a muchas mujeres a realizar esa actividad durante el periodo de restricción sanitaria.

 

Peter Luna S/La Paz

14 de diciembre de 2020

https://www.opinion.com.bo/articulo/pais/17-mil-trabajadoras-sexuales-paz-vuelven-ofrecer-servicios-aprobacion-guia-bioseguridad/20201213213336799696.html

 

Aylin Aparicio dirigente Organizacion de Trabajadoras Nocturnas de Bolivia.

 

Las trabajadoras sexuales denominadas “autogestionarias”, lograron conseguir del Servicio Departamental de Salud (SEDES) La Paz la autorización para el uso de una guía de bioseguridad con la que volverán, progresivamente, a ofrecer servicios en las ciudades de La Paz y El Alto, informó Aylin Aparicio, una de las representantes de la Organización de Trabajadoras Nocturnas de Bolivia (OTNB).

Informó que la crisis provocada por la pandemia obligó a muchas mujeres a ejercer el servicio de manera clandestina, durante el periodo de emergencia sanitaria, por lo que sus dirigentes buscaron reuniones con autoridades municipales y departamentales para plantearles una guía de bioseguridad con la cual puedan operar, cuidando la salud de ellas y los clientes.

Como no podían realizar reuniones masivas, entonces optaron por usar recursos tecnológicos (Zoom) para llevar adelante reuniones con el fin de coordinar las medidas de bioseguridad que emplearán para retornar a la labor. En ese sentido, formalizaron una guía de bioseguridad que consiste en que el uso del barbijo entre trabajadora y cliente, máscara facial, desinfección al ingreso de los ambientes, uso de alcohol en gel antes y después del servicio.

La guía aprobada por el SEDES fue puesta en conocimiento de las autoridades municipales de las ciudades de La Paz y El Alto, donde trabajan al menos 17.000 mujeres, dijo Aparicio, quienes están  dispuestas a hacer cumplir los protocolos con el fin de retornar a la labor para ayudar económicamente a sus familias.

La dirigente puntualizó que de momento los servicios no serán ofrecidos en locales nocturnos porque las autoridades ediles no autorizaron el funcionamiento de negocios que se dediquen a la venta de bebidas alcohólicas, empero, aquello podría ser flexibilizado de acuerdo a las normas pospandemia que se van ejecutando en todo el país.

Efectos de la pandemia provocaron incremento de trabajadoras

Uno de los efectos más visibles de la pandemia, fue el desempleo, muchos negocios cerraron, microempresas que tomaron el mismo camino, hasta el comercio se vio afectado porque las autoridades prohibieron la aglomeración de personas para precautelar la salud, sin embargo, muchas mujeres y hombres terminaron desempleados.

Ante la necesidad de generar recursos, muchas mujeres optaron por ingresar al oficio más antiguo del mundo, “la prostitución”, cuenta la dirigente Aparicio. “Lastimosamente hubo bastante incremento del trabajo sexual por la misma necesidad de que hay mucha mujer sola, madres y padres de familia y hermanas que mantienen a sus hogares”.

Karol (nombre convencional) contó que es madre de tres niños y al verse desocupada por el cierre de su fuente laboral tuvo que buscar alternativas para llevar el sustento a casa. Entonces, la necesidad la obligó a buscar ayuda, una amiga que trabaja en el rubro la invitó a ingresar a la actividad sexual. La joven madre indica que teme que sus familiares se enteren de su ocupación, por lo que una vez que mejore la situación, buscará otro empleo.

Pero, el mundo del trabajo sexual no solamente es exclusivo de las mujeres, “existen también hombres que están en el negocio”, dice la dirigente de la OTN-B, en muchos casos, ofrece servicios de compañía mediante redes sociales, otros esperan clientes en algunas plazas del centro de La Paz, dice Aparicio.

Trabajadoras expuestas a humillaciones

Gabriela Q. psicóloga de uno de los Servicios Integrales Municipales de El Alto, sobre el caso señala que las mujeres que optan por ese rubro se exponen a diferentes amenazas “Ni bueno ni malo, lo considero peligroso, ya que la mujer se expone a diferentes riesgos como las infecciones de transmisión sexual, sometidas a humillaciones según el pedido de cada cliente, generalmente son víctimas de violencia física y psicológica, suelen ser insultadas, humilladas y hasta golpeadas por los hombres que pagan por sus servicios”, dijo.

Otro de los problemas por los que atraviesan las trabajadoras sexuales, según la profesional, es el abandono de sus familiares, ya que por vergüenza y temor se van alejando de ellas, esa situación en algunos casos las obliga a consumir alcohol u otra sustancia para enfrentar la depresión, ansiedad y baja autoestima a raíz del “qué dirán”.

Pero no todo es malo, dice la dirigente Aylin Aparicio, en muchos casos las trabajadoras lograron ahorrar ciertos montos de dinero con lo que emprendieron negocios al margen de la vida nocturna, otras formaron sociedades para emprender negocios de comida, venta de ropa y hasta electrodomésticos.

“El oficio más antiguo del mundo está lejos de desaparecer”, advierten desde la OTN-B, toda vez que es una alternativa a la falta de empleo, más aún, en tiempos de pandemia.

 

María Galindo: “Yo quisiera preguntarle a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias qué harán con la Ley de Extranjería”

 

 

Por Brenda Navarro

11 de julio de 2018

María Galindo: “Yo quisiera preguntarle a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias qué harán con la Ley de Extranjería”

 

La cofundadora del movimiento boliviano ‘Mujeres Creando’, se encuentra presentando su último libro, ‘No hay libertad política si no hay libertad sexual’, en el explora las subjetividades de los políticos bolivianos. Señala constantemente las lógicas neoliberales y coloniales porque “es un absurdo pensar en feminismos en cualquier parte del mundo sin construir con las mujeres de abajo”.

 

María Galindo en el Parlamento de los cuerpos, en Atenas./ Foto cedida por la entrevistada

 

María Galindo (La Paz, Bolivia, 1964), cofundadora del movimiento boliviano autodenominado como anarquista-feminista Mujeres Creando, estuvo en territorio español para presentar el libro ‘No hay libertad política si no hay libertad sexual’ (2017). En su primer encuentro con Pikara Magazine, Galindo se posiciona respecto a su relación con España —“no traigo mi libro a España, que conste en actas”— pues explica que para ella, el debate con algunos feminismos europeos no es su prioridad: “Lo siento mucho pero no lo es. Acá las españolas se leen entre españolas o máximo suelen ampliar su horizonte a otros feminismos del norte del mundo. Y yo sé que lo hacen así, las editoriales también, incluso las editoriales alternativas. Entonces, no era una prioridad”.

Sin embargo, Radio Deseo, radio feminista que pertenece al colectivo de Mujeres Creando y que opera desde 2007 en territorio boliviano, fue invitada al aniversario de la Deutsche Welle en Alemania, para presentarse como la única representante de radio feminista latinoamericana de entre dos mil trescientos medios de comunicación. “Y claro, cruzas el charco y en ese caso ya mi espíritu es un espíritu de compartir y debatir con quiera escuchar, porque claro que hay circuitos de gente que le interesa debatir con Mujeres Creando, por ejemplo mi libro ‘No se puede descolonizar sin despatriarcalizar’ (2013) se vende en cinco o seis países del mundo y uno de esos países es España.”

“EL SISTEMA NEOLIBERAL ESTÁ DISPUESTOS A DARTE DERECHOS DE TERCERA O ÚLTIMA GENERACIÓN, A CHANTAJEARLOS, A OBLIGARTE A HACER LOBBY POLÍTICO, Y POR OTRO LADO TE QUITAN DERECHOS QUE YA HABÍAN CONQUISTADO NUESTROS PADRES, NUESTRAS ABUELAS”

María Galindo, nos explica que el libro ‘No hay libertad política si no hay libertad sexual’ (2017), más que un libro es una propuesta editada tanto en papel como en DVD en el que se presenta un estudio sobre las creencias, sentimientos, convicciones culturales y religiosas respecto a los cuerpos, el placer, las sexualidades diversas, etc. de mujeres y hombres que ocupan cargos parlamentarios en Bolivia: “Es un estudio muy interesante debido a que hay un replanteamiento de la estrategia de lucha para el movimiento LGBT que ya está muy agotada políticamente, y en este sentido, vale la pena hacer unas presentaciones con la gente que está interesada”.

— Al decir: “ahora nosotras vamos a cuestionar”, ¿fue algo pensado o cuando se dio la oportunidad de platicar con el vicepresidente Álvaro García Linera se te vino la idea?

— La llamada del vicepresidente parlamentario fue una llamada inesperada, pues en doce años de gobierno, sólo una vez me han contactado y lo aproveché al máximo. En ese sentido, cuando un patriarca, como es el Vicepresidente de la Asamblea legislativa, me dice “¿qué quieres?”, contesté: Quiero seguir jodiendo. Quiero investigarlos a ustedes a largo aliento para correr la cortina, como en el teatro, y mostrar las bambalinas del parlamento. Y eso es interesante porque a escala latinoamericana -pero también está pasando en España- muchos movimientos se asoman al poder político formal, con una serie de demandas sin saber nunca cómo son los procesos que tienen las personas con las que están tratando.

Entonces, este estudio es extrapolable a cualquier sociedad. Por ejemplo, yo no sé si un movimiento marica, si un movimiento feminista, en España, -ya sea a nivel regional o sea a nivel del Estado- tenga la fuerza para saber qué piensan sus parlamentarios. Es decir, ¿por qué no llegar y preguntarle a Pablo Iglesias si consume prostitución, por qué sí, por qué no? Buscar entender estas subjetividades de las personas que dicen representarnos. Porque mira, compañeros que representan al movimiento indígena suelen tener respuestas y formas de pensar anti-indígena. Si los políticos o los jueces que defienden la violación y que responsabilizan a la víctima fueran interpelados, el proceso político sería otro. Pero de estas cosas no se hablan porque dicen que es su vida privada; o porque el sexo, el cuerpo, el placer, etc. nunca entran en los procesos electorales, porque estos son procesos de marketing, algo muy parecido a las ofertas y rebajas de El Corte Inglés. Se escoge al que es guapito -presentable-, es decir, basados en crear una imagen falsa que quede bien ante las cámaras.

— Dices que tenemos que dejar de pensar dentro del neoliberalismo, ¿cómo le hacemos las que tenemos que entrarle aunque no queramos?

— Yo no soy una persona a la que le interese presentarse como perfecta, ni mucho menos presentar recetas porque cada quien subsiste como pueda. Pero, si hay una compañera que atiende un McDonald’s, no la vas a condenar como si fuera representante de esa empresa puesto que ella está en un trabajo precario y no le queda de otra. En este caso, hablo de las exiliadas del neoliberalismo, que por ejemplo, aquí en Madrid, te sirven los cafés y están en todos los trabajos precarios, estas exiliadas de nuestra tierra.

El problema no es atacar cómo estás construyendo tu subsistencia. Pero sí, -como movimientos organizados-, tenemos que tener en cuenta que no podemos dejarnos domesticar por las lógicas políticas del neoliberalismo. Ahí sí tenemos una gran responsabilidad. Y tenemos que cuestionar que el neoliberalismo ha exaltado el discurso de derechos para… Y ese discurso lo que ha hecho, es generar un mercado de ofertas, entonces ahora hay: que si derechos para personas con discapacidad, derechos para LGTB, población trans, etc. E incluso las leyes “trans” también tienen un contenido domesticador muy fuerte. Y esto lo digo como lesbiana y como desempleada crónica. Entonces, es necesario seguir hablando de cómo el discurso de los derechos es totalmente cooptado por una lógica neoliberal, porque están dispuestos, por un lado, a darte derechos de tercera o última generación, a chantajearlos, a colocarte en la fila y a obligarte a hacer lobby político; y por otro lado, te están quitando los derechos que ya habían conquistado nuestros padres, nuestros abuelos y abuelas. Hemos tenido que volver a exigir eso y es entrar a un juego ahistórico y confuso que fragmenta al sujeto político y convierte a los sujetos en clientes del sistema.

“LAS MUJERES QUE PARTICIPAN EN ESPACIOS DE PODER, O NO ESTÁN TOMANDO DECISIONES O TOMAN DECISIONES AFINES AL ESQUEMA DE PODER PATRIARCAL. Y LAS QUE SE REBELAN SALEN CON UNA PATADA DE AHÍ”

Hablemos de casos concretos: en Bolivia, a la población trans les dieron la ley de Identidad de Género que debería de llamarse “Ley de cambio del dato de sexo en el carnet de identidad” porque fue lo único que se les dio, no se les dio atención médica que es muy importante para ellas, ellos y elles, ni se les dio nada más. La mayor parte de esas compañeras no tienen economías bancarizadas, tampoco viajan, es decir, usan el carnet para colgarlo en la pared porque son no-ciudadanas. Entonces, no son ni treinta personas que hicieron el cambio con la ley, porque la mayor parte de las compañeras trans están en prostitución y sus niveles de marginalidad son tan altos que el carnet de identidad no les sirve y no les interesa.

Y esto sucede porque cuando tú das un derecho así, en términos homogéneos, las y los de abajo no acceden y eso es justamente lo que está pasando con el discurso bobo de los derechos de las mujeres, pues las mujeres de la calle, de a pie, estos veinte años llenos de discursos de derechos no les ha ayudado en nada.

— ¿Qué pasa con mujeres que dicen, “sí, pero, seguir haciendo desayunos y trabajo doméstico que son del ámbito privado, ya no quiero hacerlo, quiero estar en la parte pública, en la toma de decisiones”?

— Nosotras en Mujeres Creando hacemos una autogestión muy dramática que tiene serios problemas, porque si una de nosotras se enferma, todo se desbalanza. Es decir, la autogestión no es una taza de leche y además hay una lucha por la subsistencia tan grande, que lo que actualmente se hace desde la autogestión, es subsistir. No voy a vender eso como la maravilla. Pero, ahora bien, las mujeres que dicen que quieren estar en los lugares donde se dan las tomas de decisiones, nos están mintiendo, porque están en esos lugares pero no están tomando decisiones y cuando lo hacen, en realidad están tomando decisiones afines a los esquemas del poder patriarcal. Nosotras nos enfrentamos todos los días con juezas que no viabilizan casos de violación, pagos de asistencia familiar, etc. Además, cuando yo he visto a una compañera rebelarse en esos ámbitos, sale con una patada de ahí, porque hay diez en la lista que la pueden sustituir. Como el caso de las mujeres indígenas que nada más están ahí para la foto de la diversidad.

— Vuelvo a esto de las exiliadas del neoliberalismo: pienso en todas estas mujeres bolivianas que sobreviven haciendo trabajos de cuidados y doméstico, ¿qué les podrías decir a las mujeres españolas respecto a este fenómeno en el que ellas muchas veces pueden estar en el espacio público, porque hay alguien más sustituyéndolas en el privado?

— Yo utilizo la categoría de exiliadas del neoliberalismo porque no pueden estar acá y no pueden estar en ninguna otra parte, ya que son expulsadas de las estructuras económicas de las sociedades a las que pertenecen, porque aunque en nuestras economías, hemos creado mecanismos de subsistencia para no morir de hambre, estos mismos mecanismos están saturados y llega un momento en el que ya no da para más y muchas de estas mujeres se endeudan para salir del país; por eso hablo de una expulsión y no migración, decirle migración es cruel, porque en realidad es un exilio. Además, en el caso de Bolivia, las remesas juegan un papel importantísimo en la economía, no estamos hablando de cuatro infelices, estamos hablando de mujeres que están sosteniendo salud, alimentación y vivienda de amplios sectores de la población en mi país. Y lo peor es que no se les reconoce nada, al contrario, se les culpabiliza porque “dejaron”, “abandonaron” a los hijos, porque destruyeron a la familia, etc.

“HABLO DE EXILIADAS DEL NEOLIBERALISMO PORQUE SON MUJERES EXPULSADAS DE LAS ESTRUCTURAS ECONÓMICAS DE LAS SOCIEDADES A LAS QUE PERTENECEN. EN VEZ DE RECONOCERLAS, SE LAS CULPABILIZA”

Ahora, con una masa tan grande de mujeres como la que ha venido a España, es necesario preguntar qué hacen, pues han venido a ocupar prostitución y cuidados y han cambiado la esfera de relaciones hombre-mujer en esta sociedad y en otras. Y ni siquiera es en términos de empoderamiento, porque en realidad pasa que las mujeres blanco-europeas de clase media accedieron a poder salir, a dejar a su madre, a su padre, a sus hijos, en manos de una tercera renunciando a la presión sobre los hombres y pudiendo pagar un salario muy bajo a esta tercera y esto es muy grave, porque no se reduce a que es una a costa de la otra, sino que hay que dejar claro que se debería de estar hablando de cómo es que ninguna visión feminista puede construirse en España, pero en ninguna otra parte, sino se construye desde la totalidad del análisis del trabajo de cuidados.

A ver, que nos respondan por qué el ámbito de la prostitución está lleno de mujeres de fuera de España. Que nos respondan, y que no se confundan, nosotras respetamos todo este tema de la prostitución, incluso tenemos propuestas y las estamos llevando adelante en Bolivia, pero en España, las mujeres más pobres están en prostitución y la mayoría, no son españolas. Y en España, el resultado de esta discusión es totalmente artificial, racista, colonial, pero especialmente neoliberal.

En Bolivia y en otras sociedades latinoamericanas, también pasa lo mismo en relación con el campo indígena: en las ciudades urbanas de América Latina, son las mujeres indígenas, jóvenes, expulsadas de sus comunidades a las ciudades, quienes también cumplen las labores de cuidados para que las mujeres de las clases medias accedan a una compensación de todas sus responsabilidades. Entonces, es un absurdo pensar en feminismos en cualquier parte del mundo sin construir desde las mujeres de abajo. 

Acción de ‘Mujeres Creando’ “Cuerpos hechos bolsa” en la televisión pública en La Paz./ Enzo de Luca

— Se dice que son las mujeres migrantes las que deben de alzar la voz, las que deben de exigir lo que necesitan, ¿cómo hacerles entender que esta postura es engañosa?

— Yo a cualquier mujer española le diría: mira, entra a internet y lee la ley de Extranjería. Aquí no me interesa qué postura tienen respecto a la organización existente o no, de las mujeres exiliadas del neoliberalismo, basta que lean la Ley de Extranjería, porque esta ley explicita de forma muy clara contenidos racistas, coloniales, etc. El famoso tema de los papeles es absurdo, si una mujer española tuviera que asumir estas obligaciones para ella, terminaría chillando con voz muy alta y jamás aceptaría esas condiciones sobre sí mismas y sobre su trabajo. ¿Por qué ignoran esto? ¡Porque además es su Estado! Es en el nombre de ellas, y en nombre de sus supuestos derechos que se impone esa ley de Extranjería a toda la fuerza laboral que viene a este país y que resuelve parte del funcionamiento de su economía. España necesita esta fuerza laboral y aún así imponen esas condiciones para presionar a las personas y filtrar a quién y cómo aceptan en el país para tenerlas en condiciones de mayor subordinación.

“A LAS MUJERES ESPAÑOLAS LES SUGERIRÍA QUE NO LEAN A ANGELA DAVIS, A MARÍA GALINDO O A SILVIA FEDERICI Y QUE SÍ LEAN LA LEY DE EXTRANJERÍA. AHÍ ESTÁ EL RACISMO Y EL COLONIALISMO EXPLICITADO”

Entonces, yo les sugeriría que no lean a Angela Davis o no lean a la María Galindo o a la Silvia Federici, -que es más o menos su igual- y que sí lean la Ley de Extranjería, que además tiene este examen de españolidad, que implica reconocer la capacidad de las personas para adaptarse a estos países y esto es sumamente violento. ¿Cuánto de nuestros pueblos, de nuestras historias, cuánto de lo que somos, se estudia en los colegios españoles? Nada. Pero tú para vivir en Europa tienes que hacer un examen.

Además, yo quisiera preguntarle al gobierno de Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias -que se presenta muy de izquierda-: ¿Qué harán con la ley de Extranjería? No que nos hablen bonito. Pablo Iglesias viene a Bolivia y le aplauden, pero mi pregunta para Pablo Iglesias es qué va a hacer con la ley de Extranjería.

Y a Pedro Sánchez decirle: qué bonito tu gesto de recibir una patera pero que nos diga con pelos y señales: Artículo 1, ¿qué harías?, Artículo 2, ¿que harías? Y así con todos los artículos. ¿Qué van a hacer con los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE)? Porque estos centros de internamiento son en sí mismos violaciones a los derechos humanos e incluso podemos decir que son paralelos a Guantánamo por lo horrorosos. Y varios movimientos de mujeres lo dejan de tener en su horizonte, porque dicen “eso es cosa de los africanos, cosa de las migrantes” pero no, compañeras, eso no es así, porque mira, la Ley Mordaza que te imponen a ti, tiene mucho que ver y está conectada y son esas conexiones las que me interesan que se analicen.

— ¿Qué pasa con los feminismos latinoamericanos que terminan por verse homogeneizados cuando se hacen lecturas desde Europa?

— No, por supuesto. Las estructuras racistas y coloniales se reproducen en todos lados. Yo veo varias diferenciaciones a escala planetaria pero que ahora funciona muy bien para lo que se mal llama feminismo latinoamericano. Y es necesario hacer una diferencia entre feminismos latinoamericanos y la tecnocracia de género. Y en este sentido, hay que explicar que la tecnocracia de género es un proyecto que surge en toda América Latina y captura la categoría de género y la funcionaliza al proyecto neoliberal para que las mujeres ocupemos un lugar de amortiguación de las medidas de ajuste estructural.

“LA TECNOCRACIA DE GÉNERO ES UN PROYECTO QUE SURGE EN TODA AMÉRICA LATINA, QUE FUNCIONALIZA LA CATEGORÍA DE GÉNERO AL PROYECTO NEOLIBERAL PARA QUE LAS MUJERES AMORTIGÜEMOS LAS MEDIDAS DE AJUSTE ESTRUCTURAL”

Hay un proyecto de la tecnocracia de género que ha sido liderado por las organizaciones no gubernamentales que han unido la categoría de género y de desarrollo y que empata con la misma provenza de desarrollo que vienen haciendo la Cooperación Internacional desde la década de los años setenta, en el que se hablaba de subdesarrollo  aunque ahora dicen que no lo somos y ahora que dicen que más bien es un desarrollo sostenible con perspectiva de género del que no se entiende muy bien a qué se refieren, pero es un apellido que queda muy bien y que es políticamente correcto pero sigue siendo el mismo proyecto colonial en nuestro continente que busca y opera la extracción salvaje de la materia prima a precios muy bajos, pero, eso sí, con una envoltura muy bonita a la que llaman democracia, derechos para las mujeres, de empoderamiento, de talleres de autoestima y no sé cuánta bobada más.

Pero también hay que decir que luego tienes un espectro de feminismos muy variados dentro los que encontramos a los ecofeminismos, los feminismos autogestionados, conjunto de feministas que nacen en torno de reivindicaciones concretas de cara a los feminicidios, a la violencia machista, etc. Y yo te diría que ahí estamos nosotras en donde planteamos la despatriarcalización. Y también que quede claro que yo soy la autora de la despatriarcalización, no lo es María Lugones, no lo es el gobierno boliviano, todos esos son plagios que no reconocen autoría y no reivindico la autoría en un acto ególatra, lo que yo quiero es que se respeten las genealogías y esto tiene que ver con entender que si hablamos del feminismo como un fenómeno planetario, presente en todos los continentes y en todas las sociedades, no podemos sostener que el feminismo está anclado a la matriz eurocéntrica que nace con las reivindicaciones de las mujeres en el contexto del Estado Moderno burgués. Nosotras, quienes participamos en los feminismos latinoamericanos no somos una simple prolongación tardía que repite las consignas del feminismo europeo veinte años o treinta años después, esta es una mirada colonial que se tiene sobre los feminismos. Sucede que, en realidad, nosotras tenemos una genealogía propia, porque si tú haces un corte histórico y comienzas hablando de la revolución francesa de 1789, entonces, se tendría que hacer otro corte histórico importante en la que se visibilicen las luchas anticoloniales, que por ejemplo en la parte andina, datan de 1700 y donde puedes ver fenómenos muy interesantes en donde las mujeres tenían una participación esencial, en donde se proponían cosas y que se están indagando actualmente.

Y en este libro, ‘No hay libertad política si no hay libertad sexual’, ya planteo la relación trágica-colonial entre mariconería e indigenismo. En el primer capítulo documenté cómo el colonialismo se dedicó a perseguir todas las formas de sexualidad no heterosexuales porque atentaban con la visión judeocristiana sobre el cuerpo, el sexo y el placer. Es decir, antes de esta colonización, había diversidad sexual, existían en las culturas precoloniales que fueron sepultadas y negadas por completo. En aymaraque es uno de los idiomas más importantes de la región andina ya desde el año 1500 había conceptos para definir sexo entre mujeres o para definir mujer que no quiere tener wawa(hijos), que no quiere reproducirse, o para definir persona que no es hombre ni mujer, etc. que han sido eliminados del imaginario social y su léxico por este pasado colonial. Hay que seguir hablando de esto.

 

María Galindo: “Indias, putas y lesbianas, juntas, revueltas y hermanadas”

María Galindo

 

La Cofundadora del colectivo Mujeres Creando habla con ‘Público’ sobre el panorama actual del feminismo.

 

  • Planteamos la prostitución autogestionaria y tenemos una organización de locales de prostitución autogestionarios.
  • Lo que queremos es prostitución sin proxenetas y sin alcohol. Estamos en esto años.

 

Por CRISTINA FALLARÁS 

1 de julio de 2018 

http://www.publico.es/sociedad/maria-galindo-maria-galindo-indias-putas-lesbianas-juntas-revueltas-hermanadas.html

 

 Defiende la política concreta y la primera persona. Pelea el feminismo desde medios de comunicación paralelos, actuaciones “legales” paralelas, y una acción directa basada en la despatriarcalización y la descolonialización. Cofundadora del colectivo Mujeres Creando, defiende los “prostíbulos autogestionados”.

Tal y como la describió su colega Gabriela Wiener, María Galindo (La Paz, Bolivia, 1964) es “lesbiana, gorda, terca, escritora, agitadora, terror de la policía y grafitera”. La desobediencia es su sello, pero también la penetración de cualquier espacio de difusión. La voz. Galindo se ha convertido, desde la Bolivia de Evo Morales, en un referente en la lucha feminista y el azote contra la simplificación.

¿Qué es el “feminismo urgente”? 

Es el feminismo que debe responder con prácticas políticas concretas y no tan sólo con ideología a la gran efervescencia social que tiene escala internacional, regional o planetaria de explosión de formas de rebeldía personales y colectivas de las mujeres. Solo un feminismo urgente nos permitirá profundizar los horizontes de esta movilización que acaba de empezar.

¿Es posible cambiar la Justicia patriarcal? ¿Cómo?

Nosotras no hemos delegado en la justicia patriarcal, que no se puede cambiar la gestión de la defensa de las mujeres ante la violencia machista. Esta gestión es urgente, pues la violencia machista es hoy uno de los problemas centrales de las mujeres de una multiplicidad muy importante de sectores. Nosotras hacemos lo que yo llamo política concreta, que consiste en ofrecer un servicio feminista con una visión diferente.

¿Cuál?

No es asesoría jurídica. Es creer en la palabra de las mujeres, no despojar a la “victima” de dignidad, tomar en serio lo que ella quiere, no partir del hecho de que porque sufre violencia machista no sabe lo que quiere, y responder a eso que ella está buscando. Nosotras celebramos audiencias paralelas que luego las hacemos homologar por el sistema jurídico formal. Eso es muy interesante porque, en nuestro contexto, si bien lo hacemos en el marco de la ley que existe, las audiencias tienen un carácter diferente. Lo podemos hacer únicamente cuando ambas partes están de acuerdo en celebrar en nuestra casa las audiencias, y eso es muy interesante. Pero también trabajamos en un terreno que lo hemos llamado “alegal”, que es un espacio entre la legalidad y la ilegalidad.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo, tenemos en la radio una lista de padres irresponsables que sale 5 veces al día, que es gratuita y ofrece el nombre, la edad y el lugar de trabajo del padre que no paga la asistencia familiar. Eso es muy útil, pero no es legal, puesto que, si bien los casos están previamente verificados, en la mayoría no hay una sentencia. La justicia patriarcal protege al victimador impidiéndote dar su nombre, por ejemplo. Nosotras lo hacemos y funciona. El año pasado hemos sacado el nombre del ministro de Economía plural Eugenio Rojas, ex presidente del Senado del Gobierno de Evo Morales, por no pagar una deuda de dos años de la asistencia familiar de un hijo suyo.

¿Y qué sucedió?

El ministro pudo habernos hecho un juicio por revelar el caso, pero en 10 días estaba pagando lo que en dos años no había pagado.

¿Con qué otras armas cuenta el feminismo para enfrentarse y la acción legal contra las mujeres?

La creatividad, la osadía, la acción directa, la solidaridad entre mujeres. Y la fuerza del hecho de que la historia está de nuestro lado.

¿Qué es la genealogía del feminismo? 

Esto es algo muy importante. Aún ahora se reconoce en la mayor parte de los textos una única genealogía eurocéntrica del feminismo, la idea del feminismo como atado al proceso de construcción del estado moderno europeo. Yo parto del hecho de que el feminismo es un fenómeno hoy planetario. Está presente en todas las sociedades, culturas y sistemas políticos y económicos, pero no como una expansión “tardía” del feminismo de matriz europea en los países mal llamados periféricos. Se piensa que la función de estos otros feminismos es simplemente repetir las consignas y el ideario europeo, esa es la visión eurocéntrica.

¿Qué significa la pluralidad de genealogías que usted reclama?

Planteo que el feminismo puede ser comprendido como un fenómeno planetario si partimos de entender una multiplicidad de genealogías de muchos feminismos paralelos que tienen su propia historia. Es una historia fundada en las rebeliones de las mujeres de todas partes del mundo, rebeliones que además tienen un carácter paralelo y simultáneo. No es, como muchas veces he escuchado por estas tierras, decir: “Ah, es que nosotras estábamos en eso en los ochenta o cosas así”. Las luchas antiesclavistas, anticoloniales o antirracistas han sido y son luchas en las que encuentras esas otras genealogías de las que hablo. 

¿La lucha feminista está indefectiblemente ligada a la lucha contra la discriminación racial? 

Creo que de antemano no se puede cometer el error de cerrarle la puerta del feminismo a nadie. Eso es autoritario y yo no estoy de acuerdo. Tampoco me gusta la idea de la mistificación de ningún sujeto, mistificar al indígena por el hecho de serlo o a las mujeres ha llevado a construir guetos y, peor aún, fundamentalismos. Lo que no se puede hacer es desconectar racismo de clasismo, o clasismo de sexismo, o colonialismo de machismo. Hay que construir luchas que nos exijan y al mismo tiempo nos permitan hacer esas conexiones fundamentales. Si no, nuestras luchas no serán transformadoras y serán muy fácilmente funcionalizadas. En ese contexto, no puede haber una lucha feminista que no sea al mismo tiempo, y con la misma profundidad, antirracista y anticolonial.

“Conexiones fundamentales”, dice

No se trata de lograr enunciar correctamente una frase, sino de articular experiencias políticas donde construyamos realmente alianzas complejas, donde confluyamos unas y otres. Tampoco los espacios de personas denominadas “racializadas” pueden ser homogéneos en edad, oficio, ingresos económicos etc. Volveríamos a caer exactamente en lo mismo, volveríamos a uniformizar, simplificar y homogenizar.

Nosotras trabajamos esta cuestión bajo el concepto de alianzas insólitas que se resume en una metáfora: “indias, putas y lesbianas, juntas, revueltas y hermanadas”. No se trata de que los grupos de mujeres blancas de clase media tengan su subgrupo de migrantes para lavarse la cara y sentirse muy abiertas a la diversidad porque les “ceden” un espacio en su sede una vez a la semana. No se trata de eso.

¿Conoce usted a alguna mujer que no haya sido agredida?

No

¿Qué dolor combatimos y cuál aceptamos?

No deberíamos aceptar ninguno, pero debemos salir del lugar de víctimas. Eso es simplemente urgente, y esa es nuestra responsabilidad.

El relato del dolor infligido a las mujeres, ¿es un camino sanador?

Puede ser catártico, puede derivar en un acto muy repetitivo y puede caerse en la idea de que el testimonio de dolor es lo que te construye como sujeto y eso a mí me parece muy peligroso.

¿Es lo que se llama victimización?

La victimización es un arma del victimador. Una mujer en Bolivia no es asesinada una vez, sino tres veces: la primera vez por su asesino, la segunda vez en el relato victimista de los medios de comunicación y la tercera vez, ante jueces policías y fiscales. Lo mismo pasa con la violación o el acoso sexual.

¿Hasta qué punto ayuda lo testimonial para crear mecanismos de identificación? 

Nosotras trabajamos sobre el concepto de “la palabra en primera persona”, el “yo hablo por mí misma, tengo voz”, que es muy diferente que el testimonio. Yo entiendo el testimonio como un guión invisible preescrito por los medios de comunicación, por la institucionalidad social, al que yo me adscribo inconscientemente y que repito. Ese testimonio es nefasto y destructivo, y además enmudece. La palabra en primera persona potencia y conecta, emociona y es lo mas agitador que una pueda escuchar.

Usted participa en el uso de los medios de comunicación de manera transformadora ¿Se trata de cambios en el lenguaje o en la idea de propiedad relacionada con la comunicación?

Definitivamente, la propiedad sobre los medios es el contenido del medio, así que por ahí no hay donde perderse. Nosotras tenemos una radio desde hace 10 años, tenemos una programación de 12 horas diarias y una producción de programas con cerca de 40 personas. Hemos llegado inclusive a tener un programa producido por personas con autismo. Todo está construido sobre el principio de la palabra en primera persona. Es la única radio feminista del país y probablemente es tan original que resulta única a escala regional.

¿Medios de comunicación alternativos?

Los medios de comunicación son definitivamente en su mayor parte extensiones de ramas de poder. Viven no de lo que revelan sino de lo que ocultan. Pero son un mundo muy complejo y en ese contexto nosotras hemos decidido fundar una radio, pero también vamos a todos los medios de comunicación que nos convoquen, desde los programas de cocina y cotilleo, como le llaman ustedes, hasta los más serios. Yo soy columnista en un periódico tradicional boliviano. Creo que hay que tomar todas las palestras. Hemos tomado también palestras como Facebook Youtube, aunque no estamos de acuerdo con sus imposiciones.

María Galindo

¿Por qué no están de acuerdo?

Se han convertido en transmisoras de formas de violencia machista, racista y fascista. Pero creo que el mayor riesgo es callarse, y nosotras necesitamos hablar tanto como respirar.

El feminismo debe ser antiimperialista, y entiendo que anticapitalista. Sin embargo, ¿no nace en el seno del capital? Si es así ¿cómo desligarse?

El único sentido transformador de un feminismo es si se lo vive y construye como propuesta antisistema. Si no, es inservible. Hay que ser capaces de construir propuestas desde una visión anticapitalista y antineoliberal. Nosotras, en ese contexto, nos venimos dedicando a la lucha contra la usura bancaria a través del microcrédito para las mujeres como parte de lo que llamamos política concreta. Apoyamos las pocas fábricas recuperadas por las trabajadoras que hay en nuestro país, planteamos la prostitución autogestionaria y tenemos una organización de locales de prostitución autogestionarios. En Bolivia, el 70 por ciento de la economía es la llamada “informal”. Se trata de redes gigantes de subsistencia donde las mujeres somos las protagonistas, nosotras trabajamos con y desde esas amplias redes que son redes populares.

Vivimos las fiestas del Orgullo: ¿hasta qué punto representan una gran feria de consumo?

Definitivamente, sí lo es. Yo creo que hay que celebrar la extinción política del 28J, inventar nuevas utopías y abrir otros nuevos espacios. ¡Esto se acabó!

Habla de burdeles autogestionados ¿Puede explicarlo un poco más? 

Voy al detalle. Se trata de prostitución sin proxenetas. Nosotras trabajamos con y desde cumpas en prostitución hace mas de 15 años, y hemos llegado juntas a la propuesta de locales de prostitución sin proxenetas. Tenemos una organización de la que ellas no son las representantes públicas porque quieren y han decidido mantener su clandestinidad, por eso Mujeres Creando es la cara pública de esa organización. Son mujeres que han decidido ejercer prostitución diurna, llaman a sus locales oficinas, trabajan a puerta cerrada y se han organizado bajo premisas muy concretas: cero menores, siempre condón, cero alcohol o drogas, trabajo diurno y con elección de horarios. Son locales pequeñísimos, muy precarios, donde ellas misma se organizan para sus gastos. Hemos sufrido largamente intervenciones policiales abusivas de estos locales, porque la persecución más intensa que vivimos es la de los proxenetas que en redes de corrupción nos mandan a la policía encima. Ahora estamos a punto de lograr las licencias de funcionamiento para nuestros locales, de manera que la policía no tenga el pretexto de que somos locales clandestinos. Lo que queremos es prostitución sin proxenetas y sin alcohol. Estamos en esto años.

Todos los relatos que históricamente nos han construido y nos construyen son patriarcales, machistas, violentos y culpabilizadores ¿En qué medida los somos también nosotras?

Lo somos. Somos el producto de la sociedad en la que vivimos, no somos una isla y estamos llenas de contradicciones. Por eso me parece importante entender los espacios de practicas políticas como espacios cotidianos que involucren no únicamente reuniones, sino gestión colectiva y comunitaria de todo. Nosotras gestionamos dos casas. El trabajo manual, el trabajo intelectual y el trabajo creativo son para nosotras tres partes de una misma unidad y son tres partes de nuestras prácticas políticas. Al mismo tiempo gestionamos colectivamente nuestros problemas de salud o vivienda. Me parece importante no tener solo reuniones, sino conocernos realmente y construir un tejido sólido de solidaridad y afecto. Y me parece que ayuda muchísimo a discutir permanentemente estos problemas como parte de nuestra propia política.

Últimamente, en España, el feminismo está más ligado que nunca a la lucha contra la violencia no en términos abstractos o simbólicos, sino tan evidentes como la violación, la agresión sexual, el dolor físico…

Hay que recuperar los espacios de gestión de la lucha contra la violencia machista. Yo personalmente creo que es un error que los movimientos hayan abandonado esa gestión y deleguen en la policía y el estado patriarcal esos servicios y que nuestra lucha consista o tenga el único limite de la manifestación de una gran frustración frente a un poder judicial patriarcal. Hay que disputarle al estado la gestión de esos servicios porque la plata que usan es nuestra y los servicios contra las violencias machistas deben ser feministas. Y debemos ser las mujeres que generemos nuestras metodologías de trabajo.

 

«Somos madres desesperadas» – Bolivia, 2007, huelga de trabajadoras sexuales

 

Las prostitutas de la ciudad boliviana de El Alto, en huelga de hambre por el acoso de los vecinos, negocian con el Gobierno una mejora de sus condiciones

 

MABEL AZCUI

Cochabamba (Bolivia)

29 de octubre de 2007

https://elpais.com/internacional/2007/10/29/actualidad/1193612405_850215.html

 

2007: huelga de trabajadoras sexuales bolivianas

 

Las prostitutas de la ciudad boliviana de El Alto están dispuestas a cambiar de profesión si el Gobierno les da la oportunidad; de lo contrario, reanudarán esta semana su actividad en las calles, pero sin los preceptivos controles médicos semanales, en respuesta al hostigamiento de los grupos de vecinos que en los últimos días han destruido sus locales y a lo que consideran falta de protección de sus derechos ciudadanos.

La presidenta de un colectivo que agrupa a unas 500 meretrices de El Alto, Lilia Cortés, advirtió que, si no se alcanzan acuerdos con las autoridades esta semana, la negativa a someterse a controles sanitarios se extenderá a otras ciudades. «Ya tenemos el apoyo de las compañeras de Cochabamba», asegura Cortés.

Las prostitutas de la ciudad dormitorio de El Alto, la tercera más poblada del país, comenzaron la pasada semana una exhaustiva huelga de hambre; en señal de protesta, algunas incluso se cosieron los labios y otras escribieron con su sangre los lemas de su demanda, después de que un grupo enardecido de madres, estudiantes, dirigentes vecinales y habitantes de la ciudad incendiaran y destruyeran decenas de bares, cantinas y prostíbulos para mostrar a las autoridades que la población está cansada de la inseguridad ciudadana, la delincuencia y el alcoholismo.

Por el momento, la huelga de hambre de las prostitutas ha sido suspendida momentáneamente ante la posibilidad de un acuerdo en las reuniones mantenidas con el alcalde, Fanor Nava, y los dirigentes de las Juntas Vecinales y la Central Obrera Regional.

A la audiencia pública del pasado viernes no asistieron los parlamentarios, por lo que ha sido aplazada para el martes. «Estamos dispuestas al cambio, si nos dan esa oportunidad», declaró Cortés en una entrevista telefónica. «Nosotras también somos madres y madres desesperadas, porque nos están negando nuestro derecho al trabajo y a ganarnos la vida; somos parte de la sociedad y tenemos derechos», recuerda con énfasis.

Después, en tono conciliador pero con voz aún bronca, añade: «Si no quieren prostitutas, que nos capaciten, que el Gobierno mantenga a nuestros hijos mientras nosotras estudiamos y después que el mismo Gobierno nos garantice fuentes de trabajo».

En respuesta a la consigna gubernamental Bolivia cambia, Evo cumple que se difunde por todos los medios de comunicación, la presidenta de las meretrices de todo el país, Yuli Pérez, ha reiterado la voluntad de cambio y de superación del colectivo.

«Tenemos los mismos derechos que los demás ciudadanos, pero no hemos tenido las mismas oportunidades. Que nos den esta oportunidad y ya veremos el cambio», dijo. Aclaró, además, que la meta son carreras de nivel superior y no oficios.

«Lo que queremos es que nos digan dónde trabajar. Estamos dispuestas, pero, eso sí, que no nos dejen en la pampa sin servicios de agua potable y electricidad, porque no lo aceptamos», matiza Cortés.

Uno de los puntos del proyecto de acuerdo es instalar prostíbulos en una zona específica de El Alto, una ciudad de 864.000 habitantes que se extiende en una vasta altiplanicie y en la que más de la mitad de la población no tiene acceso directo a los servicios básicos (luz, agua y alcantarillado).

La viceministra de Género, Evelyn Agreda, aseguró que el Gobierno está trabajando para generar empleos como solución al problema de las prostitutas, «temática que debe reducirse, pues no se trata de mantener o aumentar». Las aristas más espinosas del asunto quedan en manos de las alcaldías, encargadas de aplicar regulaciones específicas, como las sanitarias.

Según un estudio sobre este colectivo, a las 500 afiliadas de El Alto se suman otras tantas «independientes» que trabajan en salas de masaje, en las calles y alojamientos. La edad oscila entre los 13 y los 45 años y provienen de todas las regiones, urbanas y rurales.

Las más jóvenes pueden lograr ingresos entre 420 y 560 euros al mes. Las mayores tienen menos ingresos y no siempre eligen al cliente. El estudio menciona que muchas son víctimas de sus proxenetas, que las encierran y las obligan a cumplir con una cuota determinada. Los precios más bajos suelen alcanzar entre cinco y diez bolivianos (de medio a un euro), lo que obliga a las mayores a trabajar con mayor número de clientes.

Algunas mujeres optaron por esta actividad, básicamente nocturna, para poder atender a sus hijos, ayudarlos en sus deberes escolares y dejarlos dormidos antes de salir a trabajar. Entre ellas, hay casos de madres que han logrado financiar los estudios universitarios de sus hijos, según el estudio.