Qué hace que las trabajadoras sexuales vayan a la huelga: un análisis comparativo de Francia (1975) y el Reino Unido (1982)

 

 

 

Por Elcin Kurbanoglu

Pink Life Asociación LGBTT (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis y Transexuales), Ankara, Turquía

Correo electrónico: elcin.kurbanoglu@gmail.com

Publicado: 30 de junio de 2011

http://www.academicjournals.org/journal/IJSA/article-abstract/FBC772A2262

 

Descargar artículo completo (en inglés) pdf aquí:

http://www.academicjournals.org/journal/IJSA/article-full-text-pdf/FBC772A2262

 

Resumen

Este artículo tiene como objetivo identificar las razones por las cuales las trabajadoras sexuales hacen huelga / ocupan iglesias comparando las huelgas / ocupaciones de iglesias en Francia (1975) y el Reino Unido (1982). Para entender por qué hacen huelga las “trabajadoras sexuales”, el documento presenta brevemente la literatura disponible sobre por qué hacen huelga los trabajadores. Observando las diferencias entre las huelgas de los trabajadores y las de las trabajadoras sexuales, las primeras generalmente sindicalizadas y las segundas no sindicalizadas, y con el énfasis de estas últimas puesto en intereses no materiales en lugar de materiales, el documento también explora teorías sobre nuevos movimientos sociales, acción colectiva y política contenciosa. Con estas discusiones teóricas en mente, se describen brevemente los eventos que llevaron a las huelgas / ocupaciones de iglesias en Francia y el Reino Unido. Después de esta descripción, el artículo presenta un análisis comparativo de los motivos subyacentes a los dos casos de huelga / ocupación de iglesias. La pregunta de investigación se responde en este documento. El argumento básico es que a pesar de que Francia tiene una estructura de política participativa más cerrada y el Reino Unido la tiene más abierta, las razones que subyacen a las huelgas / ocupaciones de iglesias son similares y que las huelgas de trabajadoras sexuales fueron parte de la ola general de huelgas en Europa. En ambos casos, el repertorio de acciones disponibles se agotó antes de ir a la huelga. Los actores básicos en ambos casos fueron la policía, la ley, los políticos, el crimen organizado, los proxenetas y las trabajadoras sexuales. En ambos casos, la elección de la ocupación de la iglesia como forma de acción fue heredada de otros movimientos sociales y fue una elección estratégica más que simbólica. La principal diferencia entre los dos casos es que las trabajadoras sexuales que hicieron huelga en el Reino Unido estaban más organizadas que sus colegas francesas. Mientras que las huelguistas en Francia tenían al Nid como su aliado, las del Reino Unido tenían a las Mujeres Negras por salarios para las tareas domésticas y a las Mujeres contra las violaciones. El argumento básico es que las trabajadoras sexuales hicieron huelga en ambos casos debido a una amalgama de intereses materiales e inmateriales. Recurre a la amalgama de teorías marxistas, feministas, de nuevos movimientos sociales y de acción colectiva y movimientos sociales para establecer un marco analítico que permita estudiar las huelgas de las trabajadoras sexuales. Para evitar el eclecticismo al hacerlo de esa manera, el documento sugiere ir al terreno. En conclusión, el documento también aborda los factores que deben tenerse en cuenta antes de continuar con las huelgas como una forma de acción para el reconocimiento por el Estado del trabajo sexual como trabajo, y la extensión de los derechos sociales, económicos y políticos a las trabajadoras sexuales.

Día Internacional de las Trabajadoras del Sexo: Contra el estigma de ‘puta’

Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA)

 

2 de junio de 2017

 

http://www.apdha.org/dia-internacional-trabajadoras-sexo-contra-estigma-puta/

 

Existe un estigma que actúa sobre todas las mujeres como un aviso, una amenaza que llega en forma de censura social en caso de que ocupes un espacio que no debes, a una hora inapropiada y con una postura indebida… Nos referimos al estigma “puta”. Desde tiempos inmemoriales, hasta nuestros días, actúa dentro de nosotras esa llamada al orden social que, con mayor o menor fuerza, aparece en forma de vergüenza.

Este estigma “puta” que actúa como violencia estructural y simbólica es la misma violencia que nos alcanza a todas las mujeres. ¿Pero qué pasa cuando esta violencia, censura, este estigma, sale del ámbito de lo subjetivo y lo simbólico para acomodarse en nuestro mundo material a través de leyes que penalizan estos comportamientos? Nos referimos a lo que significa el estigma puta para la puta, la trabajadora sexual. Y nos referimos concretamente a la base de las muchas vulneraciones que sufren como colectivo y como trabajadoras, nos referimos a también a la Ley Mordaza o ley de seguridad ciudadana, los planes anti prostitución y las ordenanzas, formas de criminalizar  que viene a instaurar una verdadera “caza a la puta”.

La lucha de las trabajadoras sexuales contra el estigma lleva tiempo ocupando, a nivel individual y colectivo, su primera línea de trabajo. La estrategia no es siempre la misma: “Yo no soy puta, trabajo de puta” es una expresión que pone de manifiesto el anhelo de liberarse de la dura carga que supone el estigma. Atiende a la necesidad que muchas mujeres que ejercen el trabajo sexual tienen por separar su vida profesional de la familiar y la social. En otros casos, el lema “yo también soy puta” o “yo soy puta” está siendo reivindicado por muchas trabajadoras movilizadas en la reclamación de sus derechos, o por colectivos que trabajan junto a ellas.

Por ello, en este día  2 de Junio, Día Internacional de las Trabajadoras del Sexo, (aniversario de la protesta de 1975 en la que más de cien prostitutas francesas ocuparon la iglesia de Saint Nizier en Lyon) nos queremos sumar a la campaña que nuestras compañeras de Genera (Barcelona) han puesto en marcha, y decimos junto a ellas: #YoTambienSoyPuta 

 

 

¿Que eres feminista, dices?

 

yo-tambien

Hetaira denuncia la vulneración de derechos fundamentales en el Día Internacional de las Prostitutas

 

Encierro de prostitutas en Lyon

 

Colectivo Hetaira·Jueves, 2 de junio de 2016

 

https://www.facebook.com/notes/colectivo-hetaira/hetaira-denuncia-la-vulneraci%C3%B3n-de-derechos-fundamentales-en-el-d%C3%ADa-internaciona/550329888461453

 

Desde 1975, el 2 de junio se celebra el Día Internacional de las Putas, proclamado por prostitutas y por las asociaciones en defensa de las trabajadoras del sexo, sobre todo en Latinoamérica y Europa.

 

 

¿Por qué este día?

 

 

Porque el 2 de junio de 1975, más de cien prostitutas ocuparon la iglesia Saint-Nizier en la localidad francesa de Lyon para llamar la atención sobre su mala situación y sobre las represalias continuas que sufrían por parte de la Policía: abusos y violencia, multas y encarcelamientos. “Chicas alegres en la casa del señor”, titulaban en un texto enviado a la prensa donde explicaban su acción. Una ocupación pacífica que se propagó, inesperadamente, a otras ciudades francesas.

 

 

En esa iglesia se gestó el Colectivo de Prostitutas, un referente histórico para todas las organizaciones posteriores. Como decía Ulla, una de sus líderes: «Esperamos nuestra libertad en tanto que mujeres tal y como somos, y no tal y como queréis que seamos para tranquilizar vuestra conciencia (…). No tengáis miedo: esta liberación no supondrá automáticamente una proliferación de las prostitutas. A no ser que nosotras, las mujeres, seamos todas chicas a las que únicamente reprimía el miedo a la policía…».

 

 

Por eso, aprovechamos este día 2 de junio de 2016 para recordar a las compañeras encerradas en la iglesia, por su valentía, por enfrentarse a la hipocresía social haciéndose visibles, por hablar públicamente de sus problemas, por dar fuerza a otras mujeres a hacer lo mismo.

 

Desde Hetaira festejamos, rememoramos este día y aprovechamos para seguir exigiendo lo mismo que ellas (¡y ya han pasado más de 41 años!): respeto total al trabajo sexual (no a la criminalización legal o social) y derechos laborales para las prostitutas.

 

 

El Colectivo Hetaira dedica el 2 de junio, Día Internacional de las Trabajadoras del Sexo, a recordar a los poderes públicos la vulneración sistemática de derechos fundamentales hacia las trabajadoras del sexo. A esto se suma el acoso y la criminalización fruto de la aplicación de la Ley Mordaza.

 

 

Ante un colectivo tan vulnerable como es el de las trabajadoras del sexo, al gobierno solo se le ha ocurrido criminalizar su trabajo multando a las prostitutas y a sus clientes, dejándolas aún más desprotegidas. Cuando entró en vigor la Ley de Seguridad Ciudadana, Delegación de Gobierno anunció que no multaría a las mujeres. Sin embargo, la realidad es que el número de multas a prostitutas y clientes crece día a día. Esta medida empeora sus condiciones de trabajo, ya de por sí difíciles.

 

Denunciamos que la Ley de Seguridad Ciudadana es una manera encubierta de regular la prostitución en el espacio público a través de la criminalización de las trabajadoras del sexo. El verdadero objetivo de su aplicación es expulsar a las mujeres de la calle sin ofrecer negociación ni alternativa. Con el hostigamiento policial en el Polígono de Villaverde se condena a las mujeres a trabajar en lugares más inseguros o en locales donde carecen de derechos.

 

 

El Ayuntamiento de Madrid debe comprometerse en la defensa de los Derechos Humanos de las trabajadoras del sexo. Es necesaria la negociación de espacios entre todos los actores implicados, en un momento en que la Ley de Seguridad Ciudadana vulnera derechos fundamentales y ahoga a quienes allí están trabajando. Es prioritario conseguir un espacio seguro donde puedan trabajar sin molestar ni ser molestadas.

 

 

A nivel local, los Ayuntamientos han promovido la criminalización del trabajo sexual mediante ordenanzas municipales. Sin ir más lejos, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares mantiene en vigor una normativa que multa a las trabajadoras del sexo y a sus clientes, sin querer recibir a las afectadas, ni ahora (con el gobierno del PSOE), ni antes (con un gobierno del PP), para escuchar de primera mano las consecuencias de la criminalización.

 

 

Las trabajadoras del sexo no son el problema, son parte de la solución.