La pandemia deja a miles de prostitutas en Turquía abandonadas a su suerte

 

3 de marzo de 2021

https://www.swissinfo.ch/spa/turqu%C3%ADa-prostituci%C3%B3n_la-pandemia-deja-a-miles-de-prostitutas-en-turqu%C3%ADa-abandonadas-a-su-suerte/46416042

 

Estambul, 3 mar (EFE).- El cierre de burdeles y los toques de queda como medida preventiva contra la pandemia del coronavirus ha provocado una gran precarización de la prostitución en Turquía, una actividad legal pero aún carente de muchos derechos.

«El coronavirus ha dejado a muchas trabajadoras sexuales en una posición muy difícil. La mayoría no tiene derechos laborales, como seguro de desempleo o baja remunerada, y sufren económicamente por el coronavirus, el cierre de burdeles y la disminución de clientes», denuncia Pembe Hayat, una ONG que apoya a las prostitutas.

Pese a ser una actividad legal, de las cerca de 150.000 trabajadoras sexuales que hay en Turquía, solo 2.600 trabajan en burdeles con contrato laboral, según un estudio de la Universidad de Ankara.

Tras un año de restricciones por la pandemia, las asociaciones de defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales denuncian que las que tienen contrato no reciben ayudas de sus empleadores ni del Estado, por lo que se han visto obligadas a trabajar de forma precaria.

«Dejaba este trabajo cuando encontraba uno normal. Tenía un buen trabajo pero durante la pandemia me despidieron y no pude encontrar otro, así que he vuelto al trabajo sexual», señala una joven que se identifica como Narin, al diario Gerçek Gündem.

La mayoría de trabajadoras sexuales que ejercían en bares clandestinos y en la calle, intentan sobrevivir encontrando clientes en redes sociales.

Cansel Derya Karagöz, de 45 años y que ejerce la prostitución desde hace veinte, considera que contactar clientes así es más seguro para muchas trabajadoras sexuales.

«Estás en casa, tienes el teléfono del cliente que va a venir, lo puedes identificar. Es mejor que estar en la calle», comenta a EFE.

Basta con poner el nombre de una ciudad o barrio de Turquía en el buscador de cualquier red social como Twitter, Instagram o TikTok, y enseguida aparecen anuncios de trabajadoras sexuales, aunque las cuentas se ven constantemente canceladas por las políticas de privacidad y censura de las plataformas.

«Yo uso Instagram. Allí no puedo poner nada sexual, tan pronto como lo pongo me cancelan la cuenta. Si la abres de nuevo, te la vuelven a bloquear», explica Karagöz.

«No podemos trabajar en la calle por el coronavirus, no podemos comer de Twitter, entonces, ¿De qué comemos?», se queja.

Karagöz explica que ella y sus compañeras «han tocado fondo» y que nunca se han encontrado en una situación tan precaria.

«Antes teníamos una red de ayuda y cuando una no podía pagar (el alquiler) nos ayudábamos entre nosotras, pero ahora eso no funciona. No me puedo pagar ni mi propio alquiler, me tengo que proteger», lamenta Karagöz.

A la falta de ingresos se le añade la exposición al contagio del coronavirus cuando ejercen su trabajo.

Pembe Hayat ha publicado una guía de técnicas para evitar la infección durante su actividad laboral, como desinfectarse antes y después de ver un cliente y ofrecer alternativas al acto sexual como masajes o shows eróticos vía online.

«Usamos líquidos desinfectantes, te lo aplicas, se lo aplicas al cliente. Se mantiene la distancia entre las bocas… pero los cuerpos se tocan. Así nos protegemos. Tenemos que trabajar, pero hay un riesgo», lamenta Karagöz.

Karagöz comenta que muchas de sus compañeras han pasado el coronavirus y que siguen trabajando pese al riesgo de contagio.

«Un amiga mía muy cercana, se llamaba Gül. Tenía 64 años y estaba obligada a trabajar como trabajadora sexual porque necesitaba sobrevivir. Murió de covid-19, es muy doloroso», añade.EFE

 

El maldito Estado le dio a él el poder: asesinato de una trabajadora sexual sueca

 por  CATY SIMON, 16 de julio de 2013

http://titsandsass.com/the-bloody-state-gave-him-the-power-a-swedish-sex-workers-murder/

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Petite Jasmine (Foto via su página de Facebook, cortesía de Rose Alliance)

El viernes pasado, la organización de defensa de los derechos de lxs trabajadorxs sexuales Rose Alliance lanzó el siguiente comunicado en Facebook: 

Nuestra compañera y miembro de la directiva, fiera activista y amiga, Petite Jasmine, fue brutalmente asesinada ayer (11 de julio de 2013). Hace varios años, perdió las custodia de sus hijos al considerarse que no reunía las condiciones para ser una buena madre por ser trabajadora sexual. La custodia de los hijos fue adjudicada a su padre, a pesar de que había cometido abusos contra Jasmine. A ella le dijeron que no sabía lo que era bueno para ella misma y que estaba “romantizando” la prostitución, que no tenía comprensión de las cosas y no se daba cuenta de que el trabajo sexual era una forma de autolesionarse. Él la amenazó y la acosó en numerosas ocasiones, sin que nunca se le ofreciera a ella ningún tipo de protección. Ella combatió contra el sistema  a lo largo de cuatro procesos judiciales y por fin había comenzado a volver a ver a sus hijos. Ayer, el padre de sus hijos la mató. Ella siempre dijo: “Incluso aunque no consiga recuperar a mis hijos, me aseguraré de que no le vuelva a ocurrir lo mismo a ninguna otra trabajadora sexual”. Nosotras continuaremos con su lucha. ¡Justicia para Jasmine! 

La coordinadora de Rose Alliance, Pye Jakobsson, ha tenido la amabilidad de responder a Tits and Sass algunas preguntas acerca de la lucha de Jasmine con el Estado y su asesinato.

Caty Simon: Para empezar, ¿puedes decirnos algo acerca de cómo conociste a Jasmine Petite y qué trabajo hacía para Rose Alliance?

Pye Jakobsson: Jasmine contactó conmigo hace unos tres años, inmediatamente después de que el consejo local se hiciera cargo de la custodia de sus chicos. Buscaba ayuda y le habían aconsejado que contactara con nosotras. Su activismo se centraba sobre todo en su propia situación y otras como la suya, además de un montón de cosas acerca del Modelo Sueco.

Caty: El Modelo Sueco penaliza a los clientes de las trabajadoras sexuales en Suecia. ¿Cómo afecta eso a las trabajadoras sexuales de allí?

Pye: El principal resultado general es el aumento del estigma. Los resultados prácticos tienen que ver con la persecución de los clientes por parte de la policía. Las trabajadoras sexuales de calle han perdido el valioso tiempo de valoración que necesitan antes de montarse en el coche de un cliente [porque los clientes están demasiado nerviosos por la posibilidad de ser detenidos para detenerse y hablar.—ed.]   Además, los clientes tienen mayor control y pueden decir, “No vayamos a tal lugar, yo sé de uno mejor que la policía no conoce”. La policía busca también a las trabajadoras de pisos, intentando pillar a sus clientes. Esto significa que de lo que se trata ahora es de hacer que los clientes se sientan lo suficientemente seguros para venir a vernos, en lugar de preocuparnos de nuestra propia seguridad. Además, las leyes contra el proxenetismo nos obligan a trabajar solas. También es ilegal alquilarnos locales. Muchas trabajan en su casa, y si el casero se entera está obligado a echarte. De forma que quieren salvarnos, pero nos castigan hasta que deseemos ser salvadas. Y si decimos que queremos ser “salvadas”, todo lo que ofrecen es terapia [en lugar de alternativas económicas—ed.]

Caty: ¿Puedes decirnos algo más de la batalla de Jasmine por la custodia de sus hijos? En la declaración de Rose Alliance en Facebook escribís que la habían dicho que estaba enferma por no admitir que su trabajo era una forma de autolesionarse y que dieron la custodia de los chicos a su ex por ser ella trabajadora sexual, a pesar de que había denunciado que él abusaba de ella.

Pye: Ella tenía hijos con el mismo hombre que abusaba de ella, sobre todo de forma verbal, aunque había sido sentenciado por violencia física hacía doce años. Ya se habían separado cuando nació el segundo hijo (los niños tienen ahora uno cuatro y otro cinco años). Así que habían compartido la custodia del mayor y luego ella tuvo en exclusiva la custodia del menor. Ella hacía trabajo sexual para poder estar en casa con sus hijos, pero sólo unos meses después de empezar a trabajar, un familiar suyo llamó a los servicios sociales para hacerles saber que estaba vendiendo sexo. El familiar llamó también al padre de los chicos, que llamó también a los servicios sociales, diciendo que llevaba clientes a casa, etc. La verdad es que sólo trabajó en Estocolmo, a una hora de la ciudad en la que vivía.

Los servicios sociales hicieron una recuperación de emergencia de los chicos, arrancándoselos de los brazos unas pocas horas después de la llamada telefónica, y después comenzaron una investigación. Se los entregaron al padre de inmediato. Durante la investigación de sus habilidades como progenitora, le dijeron que le faltaba comprensión del daño que causaba su trabajo sexual, etc., etc. Para que una investigación tal sea válida tiene que ser finalizada, y después puede ser recurrida. Nunca se finalizó, porque el padre solicitó la custodia durante el curso de la investigación. Hubo cuatro juicios para decidir la custodia, de los que los tres primeros fueron en gran parte una repetición uno de otro. Jasmine nunca fue considerada como madre no apta. Consiguió la custodia compartida, pero su ex se negó a dejarla ver a sus hijos. En el tercer juicio el juez le dio a ella la custodia compartida, pero señaló que era un problema que ella no se diera cuenta de que el trabajo sexual es “una forma de autolesión”.

Caty: O sea, que el juez la acusó básicamente de “falsa conciencia”, la forma como las feministas radicales invalidan continuamente las experiencias de las trabajadoras sexuales.

 

Pye: Sí. En cualquier caso, esto ocurrió hace dos años, y se suponía que ella comenzaría a ver a sus hijos poco a poco, cada dos semanas. Al comienzo, había una persona de contacto para supervisar. Sólo los vio unas pocas veces. Después, el padre se quejó de la persona de contacto. Y eso fue lo que siguió haciendo. Amenazó y escupió en la cara a un trabajador social y agarró a otro por el cuello y siguió negándose a dejarla ver a los niños. En una situación normal, si un padre no coopera de forma persistente con el acuerdo de custodia, el otro padre consigue la custodia plena.

El cuarto juicio fue en febrero. De nuevo fue considerada una buena progenitora, pero el tribunal decidió que ella había perdido el contacto con los niños y le concedió a él la plena custodia.Tras este juicio, la única opción que quedaba era el recurso al tribunal supremo. El juzgado de apelación, Hovrätten, sólo admite casos que podrían cambiar la ley, que podrían cambiar la práctica legal, y raramente admite casos de custodia. Pero la dieron cita para un juicio este otoño.Durante los dos últimos años, los servicios sociales se dieron cuenta de su error y trataron de enmendarlo, así que también ayudaron. Lo que permitió que tuviera reuniones con sus hijos. Era su idea que en la primera reunión estuviera presente un profesional para ayudarla a reconectar con ellos, ya que en aquel momento hacía un año y medio que no les veía. Primero tuvo algunas reuniones con su hija, y el martes pasado había tenido la primera con su hijo. En la reunión con su hijo él la mató y apuñaló al trabajador social que estaba presente. Se juntaron en el autobús que les llevaba a la reunión, y allí comenzó la lucha. Se suponía que los servicios sociales la llevarían a ella para evitar que estuvieran juntos en el mismo autobús, pero fallaron ese día.

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Petite Jasmine (foto via su página de Facebook, cortesía de Rose Alliance)

Caty: Durante todo este tiempo, a pesar de que Jasmine había informado de que su ex abusaba de ella y a pesar de que éste había asaltado físicamente a un trabajador del caso ¿nunca fue el ex sancionado por su violencia?

Pye: La policía dice que no había amenaza previa contra ella. Sin embargo, él fue condenado por algunas de sus conductas. Ella informó a los servicios sociales (no a la policía, y sabemos por qué) de lo que le estaba ocurriendo (acoso y amenazas). Es la razón por la que en el último juicio los servicios sociales testificaron a favor de ella. Es una locura. Si ella no hubiera sido trabajadora sexual de ninguna forma habría podido él seguir adelante con todo lo que hizo, y además conseguir la custodia exclusiva.

Y el trabajo sexual estuvo presente en los juicios también. En su blog, ella contestó a la pregunta estándar (¿querrías que tu hija fuera trabajadora sexual?) escribiendo lo siguiente: “Mis hijos pueden ser de mayores lo que gusten y yo les apoyaré a rajatabla. Si eligen el trabajo sexual, les advertiré del estigma…” Etc. Esto fue luego usado ante el tribunal para decir “Está animando a sus hijos a convertirse en trabajadores sexuales”.

Caty: Así que Jasmine no informó a la policía de las amenazas y acoso de su ex a causa de la actitud putofóbica de ésta, aunque eventualmente los servicios sociales se convirtieron en sus aliados.

Pye:  Los servicios sociales se convirtieron en aliados sólo al final. Fueron horribles durante años y fueron los que empezaron esta mierda. Sólo se convirtieron en aliados después de que se dieran cuenta de lo incorrectamente que se habían portado. Además, ella presentó una queja contra ellos ante el Consejo de Salud y Bienestar, lo que también influyó en su conducta. Y debo enfatizar que los servicios sociales son MUCHO peores que la policía en Suecia. Realmente no confiamos en ellos. El Estado de servicio social es un Estado que funciona “salvando” trabajadoras sexuales.

Caty: Para resumir, ¿cómo piensas que el modelo sueco y las actitudes que genera en el gobierno sueco hacia las trabajadoras sexuales contribuyeron a su asesinato?

Pye: Estoy SEGURA de que el estigma y el prejuicio adicionales fabricados por el modelo sueco jugaron un papel principal en toda esta historia. Él la mató, pero el maldito Estado le dio a él el poder para pensar que podría hacerlo.

Caty: Para empezar, él nunca habría tenido la custodia de sus hijos de no haber sido ella trabajadora sexual.

Pye: En efecto. El Estado le quitó a ella sus hijos y se los dio a su asesino. Este es el resumen de todo.

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Una protesta contra la violencia transfóbica y homofóbica en Kusadasi, Turquía, este viernes, en memoria de Dora Oezer, una trabajadora sexual trans de 24 años asesinada a comienzos de la semana pasada. (Foto por AP Photo/Vadim Ghirda) 

Caty: Lo que yo entiendo es que el modelo sueco anima al Estado a ver a las trabajadoras sexuales como víctimas, y cualquier trabajadora sexual que no se perciba a sí misma de esa manera es porque debe estar ofuscada. Así, que el Estado vio a Jasmine como psicológicamente enferma porque ésta no estuvo de acuerdo con el punto de vista de aquél acerca de su trabajo —y, en consecuencia, decidieron que no era una madre apta. ¿Es correcto este análisis?

Pye: Tú lo has dicho. Ellos nos llaman, básicamente, inestables mentales, desde el momento en que el trabajo sexual se reconoce como una forma de autolesión.

Caty: ¿Qué les pasará ahora a los niños de Jasmine? ¿Ha sido detenido el padre y acudirá a su juicio Rose Alliance?

Pye: Los niños están en el sistema de protección de menores. La madre de Jasmine está pidiendo su custodia, pero nunca se sabe. El padre fue detenido y nosotras asistiremos al juicio si podemos, pero dudo que nos lo permitan. Normalmente hacen estas mierdas a puerta cerrada.

Caty: Muchas gracias por dedicarnos este tiempo en unos días en los que tienes que estar horriblemente ocupada y apenada. Sólo una última pregunta: ¿qué pueden hacer lxs trabajadorxs sexuales en todo el mundo para honrar la memoria de Jasmine?

Pye: Yo pienso que lxs trabajadorxs sexuales de todo el mundo están haciendo ya lo que hay que hacer. En Europa, hubo manifestaciones en muchas ciudades esta semana. También hemos perdido una trabajadora sexual turca el martes. Creo que el caso de Jasmine dice mucho. Un loco que mate al azar es difícil que haga algo parecido (aparte de cosas a largo plazo). Pero el caso de Jasmine tiene poco que ver con un lunático y mucho que ver con la discriminación y el estigma estructurales, y todas nosotras podemos hablar de esto ya que todas y cada una de nosotras lo ha sufrido.

 

Dora Oezer, una mujer trans trabajadora sexual de 24 años, fue asesinada el martes. El viernes hubo en su ciudad una protesta de más de cien personas contra la violencia transfóbica. El Comité Internacional por los Derechos de lxs Trabajadorxs Sexuales en Europa esta llamando a todas las organizaciones de derechos de lxs trabajadorxs sociales que lo integran a planificar protestas para pedir justicia para Jasmine y para Dora el día 19 a las 3 de la tarde. Una acción particularmente grande está siendo organizada en Londres.