EE.UU. deja de condicionar ayuda antisida a juramento contra prostitución

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Por Carey L. Biron |English version

http://www.ipsnoticias.net/2013/06/eeuu-deja-de-condicionar-ayuda-antisida-a-juramento-contra-prostitucion/

WASHINGTON, 21 jun 2013 (IPS) – La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos anuló una disposición por la cual el gobierno condicionaba su ayuda en la lucha contra el VIH/sida a que las organizaciones beneficiarias explicitaran su oposición a la prostitución.

El dictamen del alto tribunal emitido el jueves 20, con seis magistrados a favor y dos en contra, sorprendió a muchos observadores. Para la mayoría de las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y de la libre expresión es un gran triunfo.

“Estamos sorprendidas, pero muy contentas”, dijo Crystal DeBoise, una de las directoras del proyecto trabajadoras sexuales del Centro de Justicia Urbana, con sede en Nueva York, en entrevista con IPS.

“Es un buen paso hacia (el respeto de) los derechos humanos de las trabajadoras sexuales y será positivo para las organizaciones, pues estarán en mejor situación para atender las necesidades de este sector de la población, así como de otras personas que corren riesgos sociales y de salud”, explicó DeBoise.

El juramento contra la prostitución formaba parte de la política de este país desde 2003, cuando fue aprobado en el marco del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida (Pepfar, por sus siglas en inglés).

Esa iniciativa, concentrada principalmente en África, representó el mayor compromiso contraído por Washington en la lucha contra el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida).

En la década siguiente a su aprobación, Pepfar destinó casi 46.000 millones de dólares a programas contra la enfermedad, según cifras oficiales, que ofrecen antirretrovirales (medicamentos que reducen la carga del virus en el organismo) a más de cinco millones de personas.

Para este y el próximo año, el presidente Barack Obama solicitó otros 13.000 millones de dólares

Por la forma en que el Congreso legislativo redactó la norma, las organizaciones beneficiarias del Pepfar debían explicitar su posición contra la prostitución.

Desde entonces, numerosos especialistas en salud alertaban que una política de ese tipo atentaba contra el objetivo de erradicar la epidemia del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

“La norma no surgió de la comunidad médica, sino de algunos legisladores estadounidenses que vieron una oportunidad, a través del Pepfar, de insertar y aplicar una pureza ideológica acerca del trabajo sexual”, dijo Serra Sippel, presidenta del Centro de Equidad de Género y Salud (Change, por sus siglas en inglés), en entrevista con IPS.

“Fue perturbador, en parte, porque no es una intervención de salud pública silenciar a las personas ni obligar a las organizaciones a adoptar el punto de vista específico de algunos legisladores”, arguyó Sippel.

Construyendo confianza

El gobierno siempre explicó el voto contra la prostitución diciendo que acabar con el trabajo sexual era un elemento central de la política contra el VIH/sida.

La sociedad civil, por su parte, estuvo dividida al respecto. Algunas organizaciones, en especial las que luchan contra la trata y el tráfico de personas, en cierta forma, estaban a favor.

“Se considera que la mejor práctica en materia de salud pública es generar confianza entre las trabajadoras sexuales y  trabajar para terminar con el estigma y la discriminación que avivan la epidemia”, indicó Sippel.

Obligar a organizaciones como Pathfinder International, que trabaja en el terreno de la salud sexual y que fue una de las principales demandantes ante la Corte Suprema de Justicia, a firmar un compromiso así, básicamente era llevarlas a adoptar una política contraria a la población a la que se supone que debían atender, observó.

“Termina siendo muchísimo más difícil lograr y construir confianza con las personas que están en el centro de la cuestión”, coincidió Kevin Frost, director general de amfAR, la Fundación para la Investigación sobre Sida, en entrevista con IPS.

Muchas organizaciones suscribieron el juramento, pero luego hicieron lo que les pareció mejor para su objetivo.

“Firmamos el juramento sabiendo que lo ignoraríamos”, reconoció Frost.

Todavía es ley

El dictamen emitido el jueves 20 por el alto tribunal se basó en la interpretación de que el juramento contra la prostitución atentaba contra la libertad de expresión, garantizada en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

Dadas las polarizadas opiniones en Estados Unidos sobre el trabajo sexual, el caso se concentró específicamente en la libertad de expresión. Por ello, el alto tribunal no se expidió sobre los meritos de los argumentos o políticas relacionadas con el trabajo sexual en general.

Además, la interpretación del caso solo afectará a organizaciones estadounidenses, más que internacionales, que reciben fondos del Pepfar.

Pero Frost acotó que la mayoría de ellas están radicadas en Estados Unidos y que la capacidad de las organizaciones internacionales de aplicar el decreto de los programas es limitada.

Como la norma todavía es legal, pese al dictamen del jueves, resta por ver cómo procederá el gobierno de Obama de aquí en más.

Las autoridades se han negado a discutir su posición respecto del juramento, pues fue objeto de procesos legales desde que Obama asumió su primer mandato en 2009.

Pero todavía “no terminó todo. Es un logro importante para derrotar esa política, pero todavía hay que trabajar para estar seguros de que no se aplica de forma negativa a organizaciones que trabajan sobre el terreno”, subrayó Sippel, de Change.

“Esta decisión ofrece una oportunidad para analizar casos específicos en el que fondos estadounidenses puedan involucrar a trabajadoras sexuales en una agenda más crítica”, apuntó Sippel.

“Estamos logrando avances importantes en materia de VIH/sida a escala global, en especial en lo que respecta a atender este asunto desde una perspectiva de salud pública y derechos humanos”, añadió.

“Este caso nos ayuda a seguir dirigiendo la conversación en esa dirección”, subrayó Sippel.

 
 

De qué forma llamar al trabajo sexual “trata de seres humanos” hace daño a las mujeres

 Denver-Human-Trafficking

por cathyreisenwitz, 18 de junio de  2013 

 http://sexandthestate.com/how-calling-sex-work-human-trafficking-hurts-women/

En el debate acerca de si la prostitución debería ser legal, vuelve recurrentemente la cuestión de su efecto sobre la trata de seres humanos. MonkeyCage hizo recientemente un enlace a un artículo de World Development que pretendía demostrar empíricamente que “los países que han legalizado la prostitución tienen, según los informes, mayores afluencias de trata de seres humanos que los países similares en los que la prostitución es ilegal”.

Mi primer pensamiento fue que la prostitución no es realmente legal en esos países. Suecia, por ejemplo, tiene unas leyes terribles e ineficaces que pretenden acabar con la demanda. Arrojar a menos señoras a la cárcel y centrarse más en los clientes no es legalización; es cambiar a quién victimizas. Y mi segundo pensamiento fue, ¿a qué están llamando trata de seres humanos?

The Guardian citó recientemente al subfiscal de la corona del Reino Unido, Oliver Head QC, describiendo a las “víctimas” de trata como personas que, para escapar de sus países de origen, pagan una gran cantidad de dinero que luego se ven forzadas a devolver. “Pueden haber pagado tanto como 70.000 euros por su pasaje a Europa, una deuda que supone su esclavitud”. Esto no es esclavitud, es servidumbre por deudas, y afectó a dos tercios de los inmigrantes que llegaron a América procedentes de las islas británicas en el siglo 17.

Lxs activistas antiprostitución y antiinmigración han secuestrado el término “trata de seres humanos” para describir cualquier situación de una persona que cruce una frontera para hacer trabajo sexual.

Como explica Maggie McNeill:

La gente antisexo creó una mitología en la que la típica trabajadora sexual es una “niña esclava víctima de trata”, y por tanto secuestró lo que se estaba convirtiendo en una fuerza positiva por los derechos humanos [el movimiento contra la trata], transformándolo en un instrumento de represión; cuando los gobiernos se dieron cuenta de que podrían usarlo como una excusa para restringir la inmigración, se completó la corrupción de una causa noble en una mezquina. 

Por ejemplo, el FBI afirmó haber detenido en una redada a 31 tratantes de seres humanos, incluso sin haber ningún indicio de que sus empleadas hubieran sido retenidas contra su voluntad. Las palabras del agente especial Andrew Arena en la conferencia de prensa que siguió a las detenciones son elocuentes: “El FBI es parte de un aparato que está ahí para proteger a las personas, a veces incluso de sus propias decisiones equivocadas”.

No distinguir a trabajadores de esclavos hace obviamente más difícil rescatar a las auténticas víctimas de esclavitud. Requiere abrazar la insultante idea de que las mujeres no son capaces de decidir dejar sus países de origen y hacer trabajo sexual en el extranjero. Al etiquetar erróneamente a todas las trabajadoras sexuales que necesitan atravesar una frontera como víctimas de trata de seres humanos, estás usando también al estado para despojar a las mujeres de su autonomía. Esto debería importar a todxs, porque una vez que estableces que las mujeres no son capaces de tomar sus propias decisiones, puedes justificar retirarles cualquier clase de derechos y libertades.

Aquellxs interesadxs en la libertad económica y personal deberían trabajar duro para asegurar que el movimiento que intenta acabar con la trata de seres humanos no esté siendo usado para negar a las mujeres el derecho a vivir y trabajar como les plazca. Para conseguir esto, necesitamos una mejor definición de trata de seres humanos. Trata no es la entrega voluntaria  de dinero o servicios a cambio de ayuda para cruzar una frontera. Tampoco lo es conseguir un trabajo como prostituta una vez que la cruzas. Debemos distinguir entre trabajo y esclavitud, y para eso ya existe de hecho una línea divisoria realmente sencilla: el consentimiento. La trata de seres humanos es forzar a alguien a trabajar sin su consentimiento. Cualquier otra definición es equívoca, dificulta nuestra habilidad para encontrar a lxs auténticxs esclavxs y justifica despojar a las mujeres de su autonomía.

Foto via http://thelionproject.org/

Un año de Ley de Trata en Córdoba (Argentina): las mujeres acusan a la Policía y dicen que ahora están mucho peor

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http://www.lavoz.com.ar/cordoba/mujeres-acusan-policia-ahora-estan-mucho-peor 

“Me están violando mis derechos en un país donde rige la democracia libre. Antes trabajaba en un departamento que era regenteado. Lo cerraron. Me fui a la calle por mi cuenta y de ahí me corrieron. Nunca nos escucharon cuando hicieron la ley. Con una compañera, buscamos un departamento y lo alquilamos entre las dos para trabajar ahí, por nuestra cuenta. Pero ahora nos allanaron y a mí me pusieron como regenteadora y a ella como víctima. Hace menos de un año, cuando cerraron los departamentos donde estábamos, las dos figuramos como víctimas. Ahora fuimos a la Secretaría de Prevención de la Trata, les dijimos que éramos nosotras y no nos tenían registradas en ninguna parte”. 

La mujer, que no quiere dar ni su nombre, denuncia que fue detenida en su casa cinco días por haber osado abrir un departamento para ejercer el trabajo sexual. Independiente, como sinónimo de prostitución sin regenteadores, sin explotadores. Sin tener que darle a ningún patrón parte de sus ganancias. 

“Durante 11 años –toma aire y vuelve a hablar– trabajé para un regenteador que me sacaba, con mi consentimiento, el 50 por ciento de lo que generaba. Cuando clausuraron, me mandaron a la oficina de Trata de Personas y me anotaron como víctima de trata. Nos dijeron que nos iban a ayudar, que nos iban a dar capacitación, remedios para los chicos, subsidios por seis meses. Nos dieron tres mil pesos y nunca más nada”. 

“Un regenteador no te miente, no te dice que te va a ayudar. Te da el 50 por ciento y listo. El Gobierno sí te miente, porque dice que va a ayudar y no lo hace”, agrega su amiga, su supuesta “víctima”. 

En la sede cordobesa de la Asociación de Mujeres Meretrices (Ammar), el reclamo se multiplica. Son varias las mujeres que quieren quejarse. Sin fotos y sin nombres, temen represalias. 

“Desde que está la nueva ley, la Policía está mucho peor, ha retrocedido como 15 años. A las chicas que están en la calle, les piden 100 pesos o que se acuesten con ellos para no llevarlas. Dicen que la prostitución está prohibida y te levantan, cuando eso no es verdad. A una de las chicas, la llevaron al calabozo de la ex comisaría 2ª y para dejarla ir, la obligaron a limpiar la oficina de los policías”. 

Aquellas que trabajan desde siempre en la calle, también aportan lo suyo. Advierten que la Policía cada vez las presiona más para que no se paren en ninguna parte, pese a que ellas no utilizan ropas provocativas y no molestan a nadie. Pese a que la prostitución independiente no está prohibida en Córdoba. 

“Parece que han decretado que está prohibida toda forma de trabajo sexual, independiente o no, porque no nos dejan en paz”, se quejan. Y preguntan por qué se han ensañado contra ellas y no contra aquellos que hacen el verdadero negocio, los regenteadores. 

http://www.lavoz.com.ar/cordoba/ano-sin-trata-apenas-hay-11-causas-justicia-federal

Texas: ¡Disparar a las mujeres por negarse a tener sexo es un crimen!

http://www.thepetitionsite.com/638/189/498/texas-shooting-women-for-refusing-sex-is-a-crime/

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Resumen 

Destinatario: legisladores de Texas

Patrocinado por: Chris Wolverton 

Un hombre de Texas llamado Ezekiel Gilbert acaba de ser absuelto en un juicio realizado por  compañeros suyos del crimen de disparar y matar a una escort de 23 años por haber rehusado ella tener relaciones sexuales con él.

Durante su cena de Nochebuena de 2009, la escort rehusó tener sexo con él o devolverle su pago de $150. Según se iba, Gilbert la disparó en el cuello, dejándola paralizada. Murió varios meses más tarde.

El abogado de Gilbert argumentó que el disparo estaba justificado porque la ley de Texas autoriza a la gente a “usar fuerza letal para recuperar su propiedad durante un robo nocturno”. Como Gilbert esperaba sexo de la escort, su negativa a devolverle sus $150 fue considerada robo. Ahora, Gilbert quedará libre.

Una joven de 23 años ha muerto y su asesino está libre gracias a una ley que se supone que pretende  proteger a los ciudadanos del crimen violento. Texas necesita poner en orden sus prioridades, y rápido.

Por favor, urge a los legisladores de Texas a clarificar sus leyes para impedir que casos como éste vuelvan a ocurrir en el futuro. 

Petición

Los abajos firmantes estamos conmocionados por el resultado del juicio de Ezekiel Gilbert. Como saben ustedes, Gilbert afrontaba una vida en la cárcel por el asesinato de una escort de 23 años que encontró en Craigslist. Durante su cena de Nochebuena de 2009, la escort rehusó tener sexo con él o devolverle su pago de $150. Según se iba, Gilbert la disparó en el cuello, dejándola paralizada. Murió varios meses más tarde.

El abogado de Gilbert argumentó que el disparo estaba justificado porque la ley de Texas autoriza a la gente a “usar fuerza letal para recuperar su propiedad durante un robo nocturno”. Como Gilbert esperaba sexo de la escort, su negativa a devolverle sus $150 fue considerada robo. El jurado absolvió a Gilbert.

Les urgimos respetuosamente a clarificar sus leyes para prevenir que casos como éste vuelvan a ocurrir en el futuro. Gracias por emplear su tiempo en leer y tomar en consideración nuestra petición.

 

 

Nota de la Red Brasileña de Prostitutas acerca de la censura, la intervención y la alteración de la campaña de prevención del SIDA por el gobierno federal

 

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http://www.umbeijoparagabriela.com/?cat=3

En contra del bien de todos y de la felicidad general de la nación, el gobierno viola los principios de la Constitución y del Sistema Único de Salud

7 de junio de 2013

El movimiento de prostitutas y el movimiento de reforma sanitaria que llevó a la construcción del Sistema Único de Salud (SUS), tienen puntos comunes en sus trayectorias: procesos de diálogo, creación y acción. Así como la salud se transformó en una obligación del estado y un derecho para todos —orientado por los principios de universalidad, igualdad (sin prejuicios o privilegios de cualquier clase), integralidad, descentralización  y participación comunitaria— el movimiento de prostitutas tuvo sus raíces en la denuncia de la desigualdad, el prejuicio y la discriminación y en la afirmación del derecho a trabajar con dignidad, respeto y derechos ciudadanos.

Con la decisión del gobierno de, primero, vetar y , después, alterar drásticamente la campaña contra el SIDA, supuestamente construida en colaboración con las prostitutas, vemos que treinta años después están utilizando a este grupo social para afirmar lo que desean, ignorando por tanto los logros del movimiento social y violando diversos principios democráticos del SUS.

En primer lugar, viola el principio de la participación comunitaria. El taller destinado a crear la campaña, promovido en marzo por el Departamento de ETS, SIDA y Hepatitis Vírica, produjo materiales que resaltaban la felicidad (“Me siento feliz de ser prostituta”), la ciudadanía (“Nuestro mayor sueño es que la sociedad nos vea como ciudadanas”), la lucha contra la violencia (“No aceptar que la gente sea como es es una forma de violencia”) y los preservativos. ¿Qué hizo el gobierno? Ignoró todos estos elementos que han demostrado contribuir a la prevención  y se limitó a incentivar el uso del preservativo, como si ello fuera un gesto puramente objetivo y mecánico, disociado de subjetividades, derechos y vulnerabilidades. Es la “higienización” de la vida.

En segundo lugar, al seleccionar sólo un determinado mensaje de entre todos los construídos en el taller, rechaza el principio de igualdad, negando a las prostitutas el derecho a expresar sus sueños, sus ideas  de ciudadanía  y a afirmar su identidad y visibilidad social. En este sentido, dejan de ser reconocidas como ciudadanas y usuarias del SUS.

Las acciones de prevención y promoción de la salud basadas en redes de ciudadanía deberían resaltar, y también ser parte de él, otro principio de Salud que ha sido violado: la integralidad.

Más aún, las acciones del gobierno se colocan en una posición arrogante al no permitir a las prostitutas aparecer nada más que como víctimas o vectores de enfermedad y, como tales, sujetos sin voz. Sólo tienen derecho a ser salvadas por el Estado, que es el proveedor del único elemento (“consigue tu preservativo en el centro de salud”) que las librará del SIDA.

La actitud del gobierno revela también un intento de alimentar una estructura moral de la familia a cualquier coste, mediante su cobarde complicidad con un discurso que relega a las prostitutas y otros segmentos “inconvenientes” de la población a los márgenes de un cierto modelo de sociedad.

Al pronunciarse contra el texto “Me siento feliz de ser prostituta”, el gobierno también demuestra arrogancia al no creer que una prostituta pueda ser feliz y teme que expresemos deseos de felicidad que van contra este modelo de sociedad.

Y ¿los deseos de los políticos? ¿Qué medidas hay detrás de estos movimientos? ¿Existe un proyecto de felicidad? ¿Por qué sólo pueden ser felices ellos? ¿Qué precio deben pagar las prostitutas? Nuestros cuerpos, deseos y vidas son los que están pagando del precio de los acuerdos políticos y las negociaciones de partidos. Este es el coste de la censura y el cese del diálogo.

Nosotras seguiremos aquí, sí, felices con nuestra profesión. Creyendo que no deberíamos vivir con violencia y discriminación, y que necesitamos ser respetadas por nuestra decisiones como ciudadanas. E insistiendo en que el gobierno asuma, con valentía, la construcción de políticas basadas en principios constitucionales y destinadas a toda la población, independientemente de su orientación sexual, su identidad de género o su profesión.

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