Prostitutas de Murcia se unen para luchar contra el «acoso y la criminalización»

Crean la Asociación de Trabajadoras del Sexo La Calle, para dar visibilidad a sus «dificultades para trabajar» y a las «sanciones casi diarias» que les ponen

 

A.L.H.

22 de febrero de 2011

https://www.laopiniondemurcia.es/murcia/2021/02/22/prostitutas-murcia-unen-luchar-acoso-35269605.html

 

Una joven por la zona del Eroski, donde habitualmente se ponen trabajadoras sexuales. Juan Caballero

 

Prostitutas que ejercen en la vía pública del municipio de Murcia han constituido la Asociación de Trabajadoras del Sexo La Calle, para denunciar, unidas, las «políticas de acoso, miedo y criminalización» que vienen sufriendo desde hace años, explican en un comunicado de prensa.

«Durante muchos años las trabajadoras del sexo venimos sufriendo no sólo el rechazo y victimización de una parte de la sociedad sino también las políticas de criminalización, acoso y persecución de los y las gobernantes de turno. Todas las personas pueden hablar por nosotras y en nuestro nombre, pero rara vez se nos escucha y para poner fin a esta situación y convertirnos en un ente legitimado y poder hablar en nombre propio», detallan las afectadas en la nota.

La prostitución en España y, por ende, en la Región de Murcia, se encuentra en una situación de alegalidad: no es directamente legal, pero tampoco es ilegal, y su ejercicio libre (es decir, cuando una persona decide ejercerlo y quedarse con el beneficio) no está penado.

El confinamiento hizo mella en el trabajo sexual desde el momento en que los potenciales clientes no podían salir a la calle. Las trabajadoras sexuales, en situación de alegalidad, muchas veces se vieron con auténticas necesidades. «Si nuestra situación siempre ha sido compleja, este último año se ha incrementado. La pandemia y las medidas establecidas para paliar sus efecto, han llevado a miles de trabajadoras y trabajadores a situaciones de vulnerabilidad y desprotección: las trabajadoras del sexo entre ellas. Pero, en nuestro caso, la situación se ve más agravada por la ausencia de reconocimiento a nuestro trabajo, lo que nos impide poder generar derechos vinculados a él y, por tanto, tener garantías de protección en un plano de igualdad con el resto de trabajadores y trabajadoras», detallan desde la recién creada asociación.

«A la ausencia de ingresos por las dificultades para trabajar nos enfrentamos a las sanciones casi diarias que nos impone la Policía Local, por el simple hecho de estar en la calle, por el simple hecho de considerarnos prostitutas, estemos o no trabajando. Nos identifican y sin mediar explicación, ni acta de propuesta para sanción, nos multan. A la llegada de estas sanciones a casa hemos constatado que nos aplican una ordenanza municipal aprobada en 2013, y sin mediar explicación o información alguna, por parte de las entidades locales, como la propia ordenanza reza en su articulado», subrayan.

En este sentido, lamentan «la política de lucha contra la prostitución promovida por el Ayuntamiento de Murcia, basada en el castigo y criminalización de quienes ejercen el trabajo sexual a través de la imposición de sanciones económicas y con total ausencia de alternativas para aquellas que deseen buscar otro trabajo». «Nos marginalizan, nos expulsan hacia los márgenes de la ciudad«, remarcan, al tiempo que piden «alternativas reales para aquellas compañeras que quieran cambiar de trabajo o combinar este con otro».

En la misma línea, apuntan al Consistorio que «si no quieren que trabajemos en la calle o en determinadas calles, que nos cedan espacios para poder hacerlo». En el caso de Murcia, desde hace años suelen ponerse por la zona del Eroski, alejada del centro de la ciudad.

 

El colectivo de prostitutas murcianas lucha por sobrevivir a la pandemia: «Lo que nos importa es comer”

CATS califica de “catastrófico” el estado económico de las prostitutas debido a la devaluación que se está produciendo en sus condiciones de trabajo, pues han visto cómo la ley de la oferta y la demanda provocaba una bajada de precios en un momento crítico para ellas

 

Por Sergio de la Flor Flores

23 de enero de 2021

https://www.eldiario.es/murcia/sociedad/colectivo-prostitutas-murcianas-lucha-sobrevivir-pandemia-importa-comer_1_7036192.html

 

Una activista del Colectivo de Prostitutas de Sevilla MARÍA JOSÉ LÓPEZ/EUROPA PRESS

 

Tras diez meses de convivencia con el virus, la fatiga pandémica se ha establecido como un elemento del día a día en nuestra Región. La crisis sanitaria no solo ha conseguido dejar asientos vacíos en las cenas de Navidad: también ha amenazado de muerte a sectores como las agencias de viajes o la hostelería. Existe otro gremio aún más afectado por la COVID-19, pues desde que comenzó el primer confinamiento las prostitutas han visto cómo peligraba su modo de vida.

Este colectivo ha necesitado elegir entre dejar de trabajar y seguir ejerciendo aún a riesgo de su salud. Tras las restricciones al contacto social impulsadas por el Gobierno de Fernando López Miras, las prostitutas deben añadir el miedo a la multa a la lista de peligros que deben correr para seguir obteniendo ingresos.

Exponen desde el Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo (CATS) que «la prioridad de quien no tiene ahorros es ganar dinero para poder vivir, así que hay gente a la que no le queda más remedio que ponerse a trabajar con la máxima precaución y entendiendo que es un riesgo».

CATS asegura que estas medidas no influirán demasiado en las meretrices murcianas a la hora de resolver si continúan recibiendo clientes, pues una vez que ya han asumido el riesgo al contagio el peligro de la multa no resulta un elemento decisivo.

Más rotunda se muestra María José Barrera, miembro del Colectivo de Prostitutas de Sevilla (CPS), cuando señala la falta de necesidades básicas que impulsa a estas mujeres a seguir trabajando en estas condiciones: “A las putas nos importa una mierda el coronavirus, lo que nos importa es comer”. La activista también se pronuncia a este medio sobre las complicaciones sanitarias derivadas de la precariedad en la que se encuentran con casos en los que “no han podido llamar a los servicios sanitarios teniendo síntomas por miedo a ser deportadas o porque el dueño del club no les dejaba”.

Un caso diferente es el de Sara, que expone cómo ella sí ha tenido la oportunidad de seguir obteniendo dinero una vez terminado el confinamiento en un piso que comparte con otras compañeras. De esta forma, ellas han seguido ejerciendo con medidas como el uso de la mascarilla, la desinfección exhaustiva o la recepción de un único cliente al día para poder rastrear los contactos en caso de resultar positivo.

No obstante, Sara reconoce las limitaciones de estas técnicas: “Al principio empecé trabajando con mascarilla, pero al final te la quitas porque no la vas a comer por debajo. Y si es difícil negociar el tema del preservativo con el cliente, negociar lo de la mascarilla es otra movida”.

Sobre su negocio, remarca que ella ha tenido la suerte de ser independiente y haber podido permitirse una inversión inicial elevada para la puesta en marcha de su profesión, pero recuerda a las “compañeras que no tienen ni para comer” y no pueden afrontar estos gastos extra.

La situación de las meretrices tras diez meses de emergencia sanitaria

Tras estos meses de pandemia, CATS califica de “catastrófico” el estado económico de las prostitutas debido a la devaluación que se está produciendo en sus condiciones de trabajo, pues han visto cómo la ley de la oferta y la demanda provocaba una bajada de precios en un momento crítico para ellas. Asegura que se encuentran “dependientes de ayudas de emergencia municipales y del reparto de comida de los Bancos de Alimentos, Cáritas o Cruz Roja, entre otras”.

Especial mención merece la situación de las meretrices que ejercían en burdeles porque no solo se enfrentaban a la pérdida de su lugar de trabajo, sino también de su lugar de residencia. Desde que el pasado agosto cerraran todos los clubes para evitar posibles focos de contagio, la suerte de sus empleadas ha dependido en gran medida de la bondad del dueño del establecimiento. De este modo, hay mujeres que se han vuelto a su país (del este de Europa, sobre todo), algunas que se han quedado en los clubes donde vivían sin tener que pagar nada y otras que han necesitado negociar con sus jefes para evitar un desahucio sin alternativa habitacional.

La suma de todas estas dificultades también han afectado a la salud mental de las meretrices. Desde la Organización de Trabajadoras Sexuales (OTRAS) recuerdan que “si económicamente no estás bien todo afecta más al estado anímico”, pues aluden a la acumulación de facturas para justificar los numerosos casos de depresión que han proliferado entre las prostitutas.

Las soluciones planteadas

Como miembros de un modelo de trabajo no reconocido, las meretrices no han podido acceder a los ERTE y han encontrado dificultades añadidas a la hora de adquirir otras prestaciones, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

Si bien el Ministerio de Igualdad anunció que las prostitutas podrían formar parte de este programa, la realidad es que esta medida obliga a las solicitantes del gremio a identificarse como víctimas de explotación sexual para poder acceder a él. Tampoco aquellas personas que no disponen de empadronamiento, como las inmigrantes ilegales, han podido solicitar esta ayuda. En consecuencia, CATS reconoce que el acceso a esta prestación ha sido escaso.

Por otra parte, el asociacionismo sí ha resultado ser de gran ayuda para estas mujeres, pues desde OTRAS aluden a él como la “única manera de seguir adelante” y denuncian que “si fuera por los dirigentes las prostitutas habrían muerto de hambre”. Así pues, estas organizaciones han impulsado medidas como la recogida de alimentos y la campaña de crowdfunding para paliar su precaria situación.

La situación legal del llamado ‘oficio más antiguo del mundo’

En España, la prostitución se encuentra en una situación de alegalidad: no está prohibida ni reconocida, sino que está tolerada. De esta forma, el trabajo sexual no se encuentra castigado ni perseguido, pero no se considera trabajo entre otras cuestiones porque, desde un punto de vista civil, una mujer no puede ser objeto de contrato porque es ilícito a las normas o la moralidad.

El Ministerio de Igualdad ha publicado un borrador de la ley de libertad sexual que incluye la penalización de la tercería locativa. Es decir, que todo aquel que destine un espacio a “favorecer la prostitución de otra persona, aún con su consentimiento, será castigado con pena de prisión de uno a tres años y multa de 6 a 18 meses”.

Las asociaciones de trabajadoras sexuales han rechazado de pleno esta medida y han comenzado a hacer campaña para evitar que se implemente. “Es una salvajada”, exclaman desde CATS: “Pone en la calle a cantidad de personas sin ningún tipo de alternativa.”

El Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo afirma que la “gran mayoría” de las meretrices murcianas desconocen la existencia de este borrador que, en caso de tramitarse, supondría un cambio drástico en sus vidas.

 

Discurso de Helena Maleno en la entrega de Premios Derechos Humanos 2018 APDHE

 

13 de diciembre de 2018

Premio Periodismo HELENA MALENO

 

 

“Y no quiero terminar sin pensar en las compañeras que me han escrito durante estos meses: las que están en el Polígono de Villaverde, las que están en los Eroskis de Murcia y de otras ciudades, las compañeras que están en las calles de Barcelona. Sé que sufren ellas también día a día la criminalización de la UCRIF, de esa policía de control de fronteras, y me imagino, compañeras, lo duro que tiene que ser. Sé que durante estos años se ha usado la trata para que la policía de control de fronteras os siguiese criminalizando y persiguiendo. Muchas hemos pedido que esa policía no os toque nunca más, ya que la trata se la vence trabajando por los derechos humanos. Gracias, por tanto, compañeras.”

 

 

 

Puede verse aquí el vídeo completo de la entrega de premios. La entrega del Premio Periodismo Derechos Humanos a Helena Maleno y su discurso, a partir de 1:23:45

 

CATS: «El sexo sin consentimiento es violación, aunque sea una prostituta»

El Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo critica que la ordenanza municipal contra la prostitución de Murcia solo ha servido para «criminalizar» a las trabajadoras del sexo

 

Cadena SER

 

Por JUANJO ASENSIO

 

Murcia

 

28 de mayo de 2018

 

Podcasts en el enlace:

http://cadenaser.com/emisora/2018/05/28/radio_murcia/1527506457_026958.html

 

Esta protesta ha tenido lugar a raíz de la violación de una trabajadora del sexo por parte de tres hombres, quienes en su declaración judicial argumentaron que no consideraban que hubiesen violado a la mujer porque esta era prostituta. La presidenta del Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo, CATS, Fuensanta Gual, ha insistido en que «el sexo sin consentimiento es violacion», se trate o no de una prostituta.

Por otro lado, el coordinador de CATS, Nacho Pardo, ha criticado la ordenanza municipal que el Ayuntamiento de Murcia aprobó hace cuatro años para luchar contra la prostitución. Pardo ha dicho que aunque uno de sus objetivos fuera luchar contra los proxenetas y la trata de personas, lo único que ha hecho ha sido «criminalizar» a las trabajadoras del sexo.

El colectivo Cats tampoco comparte la próxima instalación de cámaras de seguridad en el barrio de El Carmen ya creen que se va a seguir criminalizando a la prostitución. Este colectivo asegura que las trabajadoras del sexo que allí trabajan no tienen proxenetas y que se trata de una actividad que no genera problemas en el vecindario.

Defiende que la prostitución en el barrio de El Carmen es poco visible, ya que las trabajadoras del sexo no acosan ni van con poca ropa y defiende que lo que se debe penalizar es el comportamiento incívico y las molestias, no la prostitución.

Fuensanta Gual asegura que este tipo de cosas contribuyen a que el medio centenar de prostitutas que trabajan en esta zona de Murcia se tengan que desplazar a otras zonas más peligrosas o, incluso, tener que recurrir a la protección de los proxenetas.

CATS también reclama que las trabajadoras del sexo cuenten con derechos laborales, algo que no sucede actualmente.

 

El Comité de Apoyo a Trabajadoras y Trabajadores del Sexo (CATS) pone el acento en la explotación laboral y pide evitar «los estereotipos»

El colectivo atiende en un año a 1.700 trabajadoras sexuales y sólo 10 de ellas eran víctimas de trata

 

9 de noviembre de 2017

 

Nacho Pardo

 

http://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2017/11/09/cats-pone-acento-explotacion-laboral/873762.html

 

El Comité de Apoyo a Trabajadoras y Trabajadores del Sexo (CATS) atendió el año pasado a 1.700 personas, de las cuales sólo 10 eran víctimas de trata, explicó el coordinador del Comité, Nacho Pardo. A su juicio, muchas de estas mujeres sufren «jornadas laborales bestiales, de muchas horas, y despidos improcedentes, porque no hay contratos», algo que se solucionaría con la legalización de la prostitución y mejorando las condiciones de las personas que libremente deseen ejercerla.

Pardo destaca que en muchas ocasiones «se confunde la explotación sexual con la laboral». «El estereotipo es que las prostitutas están todas obligadas», espeta, a lo que añade que, en ese prejuicio, «hay mucha distancia con lo que es la realidad».

Las trabajadoras sexuales «son personas normales y corrientes que se buscan la vida», insiste Pardo, al tiempo que subraya que «el gran problema que tiene el trabajo sexual es que no hay un reconocimiento legal». CATS realiza rutas por los burdeles, donde reparten condones y material preventivo y hablan con las chicas.

 

El feminismo que no amaba a esas mujeres

 

  • «El cinismo está asegurado y observo como en diferentes municipios se aprueban mociones que pretenden apoyar la Huelga Feminista, sumando como punto: ‘la abolición de la prostitución‘”.
  • «Renunciamos a ese feminismo que nos pone un límite de subversión, de justicia social o de incorrección política».

 

Por Loola Pérez

19 de febrero de 2018

http://www.eldiario.es/murcia/murcia_y_aparte/feminismo-amaba-mujeres_6_741985805.html

 

Renuncio categóricamente al feminismo de botiquín. Digo adiós a la arrogancia, la mojigatería y los decoros burgueses de quien lidera el Partido Feminista y demás conocidas. Lo hago porque, paradójicamente soy feminista y no quiero que la heterogeneidad de este movimiento social quede sujeta a un estereotipo, al discurso monolítico o a la continua victimización. Sí, habemus Huelga Feminista y de eso, perdonen la entradilla disruptiva, quería yo hablar.

El 8 de marzo algunas dejarán el asiento de sus despachos vacíos, otras acudirán a la manifestación con sus cánticos y gritos; y aquellas que siempre son invisibles, no serán bienvenidas. Se mezclarán quizá con nosotras, irán a recoger a sus hijas a la escuela o nos cederán el paso en la cola del súper. Pero, una vez más, ese día, quienes más dicen preocuparse por las mujeres, volverán a negarlas. Hablo de las trabajadoras sexuales y más concretamente, de las putas. Es cierto que en el argumentario y la convocatoria a la Huelga Feminista no restringe la participación de las trabajadoras sexuales, pero hay que considerar que muchas de las asociaciones, sindicatos y partidos políticos que la apoyan y la celebran sí definen la prostitución como una violencia de género, inseparable del capitalismo. Ante esto, el cinismo está asegurado y observo como en diferentes municipios se aprueban mociones que pretenden apoyar la Huelga Feminista, sumando como punto: “la abolición de la prostitución”.

Sobre todo, son los partidos de izquierdas los que lideran sin pudor y con hipocresía esta iniciativa. Jamás he visto a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Alberto Garzón estar cara a cara frente a una trabajadora sexual, preocuparse por su salud y su proyecto migratorio (si lo tienen), ofrecerles un café caliente en la esquina donde buscan clientes o incluir la protección de sus derechos humanos como propuesta principal en sus respectivos programas políticos. Tampoco a Rajoy ni a Rivera. Pero en estos, por suerte, nunca he confiado mi voto como ciudadana. Ni siquiera cuando Ciudadanos hizo pública su pretensión de regular la prostitución entré en júbilo, al contrario, fui bastante crítica porque la propuesta de Albert Rivera solo beneficiaba a los empresarios.

A los grandes hombres de esta izquierda les escucho, de vez en cuando, tanto a ellos como a compañeras de partido, teorizar sobre trata de personas con fines de explotación sexual, el tráfico de personas, la explotación sexual y la prostitución como si fueran la misma cosa. En esa línea, hacen alguna concesión como solidarizarse con las trabajadoras sexuales, pero condenando a su vez, lo que hacen libremente con sus cuerpos. ¿Acaso no recuerda esto a la caridad y compasión cristiana? Algunos, que parece que se desayunan a Marx por las mañanas, las llaman alienadas: ¡perdónalas Señor, no saben lo que hacen!

No sé si el feminismo hegemónico, los sindicatos y la izquierda son una nueva religión. Lo que sí sé es que el feminismo que practico y que deseo que triunfe más allá de las fronteras de mi país no se reduce a llevar puesta una camiseta. Defiendo un feminismo fáctico, comprometido, reflexivo, accesible e inclusivo donde las complejidades de género, raza y clase ensanchen los diagnósticos de las élites puritanas y bienpensantes. Frente a quienes desean “salvar” a las putas desde sus sillones y cambian el “mi cuerpo es mío” por “ tu cuerpo es tuyo hasta donde yo te diga”, propongo un feminismo que subvierta el espacio simbólico de la dominación masculina: desde la sexualidad como experiencia colectiva de las mujeres a la prostitución como vivencia personal y emancipadora.

No obstante, ésta no es mi única travesía. Quiero añadir más reflexión a esta cuestión. El feminismo hegemónico no sólo no ha conseguido abolir la prostitución ni disminuirla ni mejorar las condiciones de trabajo de las trabajadoras sexuales sino que se ha acomodado en aquellos espacios de poder que de forma interesada dispuso Papi-Estado. El feminismo se devalúa cada vez que no ponemos el foco en ese otro monstruo. Somos muchas las mujeres que no nos conformamos con portavozas, cuotas o entrevistas a Leticia Dolera. Somos muchas las que desafiamos el feminismo de la complacencia y nos enfrentamos al discurso hegemónico, al patriarcado y al Estado desde los márgenes, redefiniendo el activismo mediático y sin miedo a las grietas. O dicho de otro modo, renunciamos a ese feminismo que nos pone un límite de subversión, de justicia social o de incorrección política. Quizá nuestra fama, como la de las putas, no sea de niñas buenas. Pero aquí estamos, con ellas, de la mano, lejanas al paternalismo y creando una genealogía feminista integradora, revolucionaria y política. Y sí, sí, sí, ¡iremos a la huelga!

* Loola Pérez es presidenta de Mujeres Jóvenes de la Región de Murcia: 8 de Marzo. Graduada en Filosofía e Integradora Social.

 

Murcia (España): crece el rechazo de grupos políticos y asociaciones a la ordenanza de la prostitución

 

La Asociación Preeminencia del Derecho alega incompetencia municipal para regular materias referidas a derechos de las personas 

10.09.13 – 01:07 – 

M. J. MONTESINOS | MURCIA.

 

http://www.laverdad.es/murcia/v/20130910/murcia/crece-rechazo-grupos-politicos-20130910.html

 

Además de las cuatro asociaciones que trabajan con mujeres que ejercen la prostitución, otros colectivos rechazan la normativa que prepara el Ayuntamiento. En concreto, la Asociación Preeminencia del Derecho, representada por su presidente, el abogado Jose Luis Mazón, advierte de que «es un acto manifiestamente ilegal regular una cuestión, -el ejercicio de la prostitución en la calle-, sobre la cual el Ayuntamiento carece de competencia legal, de modo que cuando la aprueben los de mi asociación presentarán una querella por prevaricadores contra todos los que voten a favor».

Según el escrito de alegaciones, «todo el régimen sancionador introducido en la ordenanza contra el ejercicio de la actividad de las trabajadoras sexuales en el ámbito municipal imponiendo multas por la mera contratación en la calle de servicios profesionales de éstas, choca con el régimen de competencias legales, de acuerdo con la recientísima jurisprudencia del Tribunal Supremo, lo que convierte a la pretendida norma en un acto de arbitrariedad».

La alegación de la Asociación Preeminencia del Derecho se basa en que la prostitución autónoma «es una actividad económica legítima» (sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 20 de noviembre de 2001 en el caso Jany). El Tribunal Europeo de Estrasburgo concibe la actividad profesional de la persona como parte de su «derecho a la vida privada», según el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos que corresponde al derecho a la intimidad personal del artículo 18 de la Constitución.

En el escrito de alegaciones se indica que «la prostitución está amparada por los derechos fundamentales a la vida privada (que engloba la actividad profesional) y libertad del individuo, así como por el derecho constitucional al trabajo, puesto que es un medio de ganarse la vida.

Finalmente, la asociación que preside José Luis Mazón, solicita al Pleno del Ayuntamiento que acuerde la retirada o la no aprobación de la ordenanza contra el ejercicio de la prostitución «por carecer el Ayuntamiento de competencia para dirimir cuestiones de ejercicio de derechos fundamentales, reservadas a la actividad legislativa del Parlamento, que hasta ahora no se ha pronunciado habilitando a los ayuntamientos para su regulación».

Por su parte, IU-Verdes, califica de «provocadoras y ofensivas» las declaraciones de la concejal de Seguridad, Nuria Fuentes, en las que alude a las asociaciones que trabajan en apoyo de las mujeres vinculadas a la prostitución, y le ha solicitado una rectificación «inmediata».

Para Herguedas, «sugerir que la preocupación de estas asociaciones se limita a mantener las subvenciones públicas es un acto de deslealtad y una muestra de pobreza ética de quien utiliza la ordenanza como arma arrojadiza». La portavoz de IU-Verdes recuerda a Fuentes que la postura inicial del PP era contraria a la creación de ordenanzas al respecto, por considerarlas poco útiles debido a la carencia de competencias municipales, con lo que «si ahora proponen una ordenanza es por conveniencia política, a sabiendas de su nula eficacia, para eludir las protestas».

La futura ordenanza tampoco cuenta con el apoyo de UPyD. El edil José Antonio Sotomayor reitera el «contrasentido» de una norma contra la explotación sexual que «sanciona a las personas obligadas a ejercer la prostitución».