Lauren Tapp Edinburgh, Reino Unido
Estimado Comité Ejecutivo Nacional del NUS,
Nosotros, los abajo firmantes, les rogamos que apoyen la moción que insta a la National Union of Students (NUS) a apoyar a las estudiantes trabajadoras sexuales defendiendo la total despenalización del trabajo sexual. La evidencia que respalda esta moción está informada por una extensa investigación académica y, lo más importante, por las experiencias vitales de las trabajadoras sexuales que son las mejor situadas para saber qué medidas son precisas para mejorar sus vidas. Nos unimos a otros expertos, tanto trabajadoras sexuales como investigadores y expertos legales de todo el mundo, y urgimos a la NUS a secundar las decisiones del SCOT-PEP, la Sex Worker Open University, el English Collective of Prostitutes, la Organización Mundial de la Salud, la Campaña Mundial contra el SIDA, la Comisión Global sobre VIH y Legislación, el Royal College of Nurses, el Gobierno de Nueva Zelanda, la Corte Suprema de Canadá, ONU Mujeres, la Campaña de Mujeres de Escocia del NUS y la Campaña de Estudiantes Discapacitados del NUS, y defender la despenalización del trabajo sexual como un enfoque crítico basado en la evidencia que garantiza la seguridad, la salud y los derechos humanos de las trabajadoras sexuales. Un extenso cuerpo de evidencia científica obtenida en Canadá, Suecia y Noruega (países en los que los clientes y las terceras partes son penalizados) y en el resto del mundo demuestra claramente que las leyes penales que persiguen la industria del sexo tienen abrumadoras consecuencias negativas para las trabajadoras sexuales, tanto desde el punto de vista social, como desde el sanitario y de derechos humanos, incluyendo un aumento de la violencia y el abuso, del estigma, de la incidencia de VIH y la imposibilidad de acceder a protecciones críticas de tipo social, sanitario y legal. Estos daños afectan de forma desproporcionada a las trabajadoras sexuales marginadas, incluyendo a las de clase trabajadora, a las inmigrantes, indocumentadas, LGBT, de color, incapacitadas y de calle, que afrontan las mayores tasas de violencia y asesinatos en nuestro país. Por contraste, en Nueva Zelanda, desde la aprobación de una ley que despenalizó el trabajo sexual en 2003, los investigadores y la propia evaluación del gobierno han documentado acentuadas mejoras en la seguridad, la salud y los derechos humanos de las trabajadoras sexuales.
Aunque algunos miembros de la NUS pueden opinar que esta moción es un tema demasiado específico para ser tratado en el Comité Ejecutivo Nacional y debería ser relegado a la Campaña de Mujeres, nosotros alegamos que este punto de vista está condicionado por suposiciones racistas, heteronormativas eufemistas y cis-sexistas que la NUS proclama combatir activamente. Como hemos observado, las trabajadoras sexuales a menudo se significan en la totalidad de las campañas de liberación que la NUS organiza y, ciertamente, las trabajadoras sexuales que actúan así son las que más riesgo tienen de sufrir agresiones policiales y violencia de Estado.
Las trabajadoras sexuales son dejadas a un lado, ignoradas y silenciadas por aquellos que una y otra vez manifiestan en los debates ser quienes más saben de su seguridad, bienestar y elección laboral, y pedimos que la NUS no siga ese dañino y peligroso camino.
Aquí está el enlace a la moción:
https://docs.google.com/…/1Fg4G_G63EPz65ZPkO9xR0kMdgH…/edit…