A favor de la legalización de la prostitución voluntaria

Saben de sobra que la prostitución no va a desaparecer, porque siempre ha estado ahí y siempre estará

 

Por Guadalupe Sánchez

23 de marzo de 2021

https://www.vozpopuli.com/opinion/legalizacion-prostitucion.html

 

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo. Europa Press

 

El Gobierno de las feministas y de los feministos nos dice que necesitamos un cambio de paradigma para que el consentimiento de las mujeres esté en el centro. “Sólo sí es sí” y por eso deberá constar por escrito y firmado en duplicado ejemplar por todos los partícipes en el intercambio de prestaciones sexuales. Se aconseja añadir un anexo en el que se detallen los actos, posturas y movimientos a los que la dama consiente y la duración máxima y mínima del coito. El varón empresario deberá resaltar en negrita aquellas cláusulas que considere de difícil comprensión para la hembra consumidora de sus servicios orales y/o genitales.

Pero, ay, cómo cambian las cosas cuando el intercambio sexual no es a título lucrativo —o sea, gratis— sino oneroso y es la mujer la que asume por decisión propia el rol de empresaria. En estos casos, la voluntad del Gobierno ha de primar sobre la de la fémina. Ni cambio de paradigma, ni consentimiento expreso, ni puñetas.


Lo único que van a conseguir con esta ley es no tener que apartar su puritana mirada cada vez que se crucen en su camino con esas vulgares meretrices indignas y antidemocráticas


Ha anunciado la vicepresidenta Carmen Calvo una “legislación nacional abolicionista que prohíba la prostitución en toda España y que nos dignifique como democracia”. Ya no les basta con negar reconocimiento jurídico y, por lo tanto, protección, asistencia y cobertura a las que se dedican al negocio del sexo. Ahora también quieren relegarlas a la ilegalidad. Saben de sobra que la prostitución no va a desaparecer, porque siempre ha estado ahí y siempre estará: ¡por algo es conocida como el oficio más antiguo de mundo! Tanto es así que algunos de sus más fieles usuarios en privado eran y son quienes más reniegan de ella en público. Lo único que van a conseguir con esta ley es no tener que apartar su puritana mirada cada vez que se crucen en su camino con esas vulgares meretrices indignas y antidemocráticas.

¿Cristiano o progresista?

Confieso que no puedo evitar evocar al caudillo cuando escucho a Carmen Calvo —y a la cohorte a sueldo del Ministerio de Igualdad— argumentar contra la prostitución. Mediante decreto ley de 3 de marzo de 1956, el Generalísimo aprobó la abolición de los centros de tolerancia y otras medidas relativas a la prostitución. “La incontestable ilicitud de la prostitución ante la teología moral y ante el mismo derecho natural, ha de tener reflejo obligado en el ordenamiento positivo de una nación cristiana para la debida protección de la moral social y del respeto debido a la dignidad de la mujer”. Así arrancaba el preámbulo de la norma franquista. Si donde dice “cristiano” me ponen ustedes “progresista” ya le estarán adelantando a esta panda de pacatos del Ejecutivo una parte de la tarea legislativa. Seguro que también les valdrá el artículo primero, que rezaba: “Velando por la dignidad de la mujer y en interés de la moral social, se declara tráfico ilícito la prostitución”. ¡Carmen, atiende, que Franco era feminista y te adelantó buena parte de la faena!

Lo que está claro es que las mujeres nos debemos a fines más elevados, que en los cincuenta eran aquellos que nos imponía el dictador y ahora son los que nos marcan las ministras, los ministros y les ministres. El paternalismo feminista ha reemplazado al franquista.

La ideología no les deja ver que la explotación sexual no trae causa de la prostitución. Prohibir la segunda no solucionará la primera, sino al contrario, la agravará. Legalizar la prostitución no sólo redundaría en mejoras para aquéllas que se dedican al negocio del sexo voluntariamente, sino que también facilitaría erradicar el execrable crimen que es la trata de seres humanos. Pero sé que pido demasiado a quienes no han venido a trabajar sino a sacar a pasear eslóganes y pancartas.

 

No es la Ley trans, es la lucha por el control del feminismo

¿Por qué un sector del feminismo vinculado al PSOE ha emprendido una guerra contra la Ley trans con argumentos propios de la ultraderecha?

 

Por Raúl Solís

4 de febrero de 2021

https://www.huffingtonpost.es/entry/no-es-la-ley-trans-es-la-lucha-por-el-control-del-feminismo_es_601bf1e6c5b6c0af54d14d87

 

En 2014 Andalucía se convirtió en la primera comunidad autónoma de España en aprobar una Ley trans que contemplaba la autodeterminación del género. Se ponía así fin al tutelaje psiquiátrico y médico de las personas trans que las obliga a tener que presentar un certificado de que no son enfermas mentales para poder acceder a tener un DNI acorde a su identidad sexual o de género. La ley andaluza salió aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos que en ese momento tenían representación en el Parlamento andaluz: PSOE, PP e IU.

“El Parlamento andaluz da hoy a luz una ley muy esperada, reconocida, tramitada en tiempo récord, con una palabra inexplorada en estos tiempos, unanimidad. Hemos conseguido el mejor texto que este colectivo se merece”, decía en la tribuna de la soberanía del pueblo andaluz la diputada socialista Soledad Pérez, ponente junto con Alba Doblas (IU) de la ley de transexualidad que se aprobó en 2014, a su vez inspirada en la ley argentina de 2011.

Gracias a la Ley trans de Andalucía y dentro del ámbito competencia de la comunidad autónoma, las personas trans han podido cambiar su tarjeta sanitaria o universitaria y la Junta puso en marcha un protocolo pionero en las escuelas, universidades e institutos que ha garantizado el respeto a las infancias trans y evitado mucho sufrimiento, mucha discriminación y muchos suicidios, a la vez que ha educado a toda la comunidad educativa en el respeto a la diversidad. Con que sólo la familia de un menor informe a un centro educativo de que su hijo o hija es trans y notifique el cambio de nombre, la ley obliga a cambiar el nombre en los listados de clase y en el boletín de notas y permite al menor usar los baños y vestuarios deportivos acordes a su género.

Después de Andalucía han venido doce comunidades autónomas más a incluir la autodeterminación del género en sus legislaciones: Comunidad Valenciana, Madrid, Extremadura, Murcia, Navarra, Aragón, Baleares, País Vasco, Canarias, Cantabria, Cataluña y La Rioja –esta última en trámite parlamentario en estos momentos–. Salvo Galicia, Asturias, Castilla y León y Castilla-La Mancha, todas las CCAA cuentan con legislaciones que contemplan la autodeterminación del género. En todas estas comunidades las leyes han salido adelante con la participación activa, cuando no con el impulso, del PSOE. La última comunidad donde se ha aprobado ha sido Cantabria, donde Podemos no tiene representación en su parlamento autonómico.

Es más, desde el año 2006, por orden de la exdirectora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, las personas trans pueden elegir, en el momento de su ingreso, el módulo en el que van a querer cumplir condena. No se conoce ni un solo caso de mujer trans que haya violado a mujeres no trans en centros penitenciarios. Ni un solo caso de niñas o universitarias trans que hayan usado los baños o vestuarios deportivos para abusar de sus compañeras valiéndose del derecho que le otorgan las leyes autonómicas. Entonces, ¿por qué un sector del feminismo vinculado al PSOE ha emprendido una guerra contra la Ley trans con argumentos propios de la ultraderecha que afirman que esta normativa borra a las mujeres y las pone en peligro de “futuros violadores vestidos de mujeres?”.


Un viejo feminismo institucional y académico se enfrenta al nuevo feminismo popular e interseccional.


La autodeterminación del género está reconocida por el PSOE en su último congreso federal, donde se aprobó la idoneidad de reformar la ley de rectificación registral de 2007 que, aunque en su momento fue un avance importante, ya no sirve porque somete a un proceso psiquiátrico y obliga a las personas trans a un ‘vaciado’ de sus órganos reproductores para obtener el DNI. La alternativa es un pleito judicial costoso y largo que no todo el mundo puede costear ni está dispuesto a esperar para que un juez le diga quién es después de pasar por un peritaje forense y proceso de años. ¿Se imaginan que a los gais, lesbianas o bisexuales nos dijeran desde fuera cuál es nuestra orientación sexual porque de partida fuéramos tratados como enfermos mentales? Esto es lo que se hace actualmente con las personas trans y es intolerable en un Estado democrático, social y de derecho.

Este consenso a favor de la Ley trans –con autodeterminación del género– no se rompe en mayo de 2017, cuando se registra en el Congreso la Ley LGTBI impulsada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FELGTB) que contempla la autodeterminación del género. Ni en febrero de 2018, cuando se registra la ley integral de transexualidad, inspirada en la ley andaluza de 2014, promovida por la Plataforma Trans. Ni una sola crítica del movimiento feminista y, mucho menos, del PSOE a ninguna de las dos leyes en el momento de su registro. Tampoco críticas mediáticas, al contrario. Se dedicaron piezas monográficas sobre que España se podía convertir en el país más progresista de Europa en el respeto y reconocimiento a las personas trans.

Sin embargo, en 2018 tiene lugar un fenómeno que lo cambia todo. El 8-M de 2018 se convierte en el año del estallido del feminismo popular, una especie de 15-M del feminismo donde, por primera vez, ni el PSOE ni sus asociaciones  satélites son hegemónicas. Una nueva generación ha ensombrecido a las feministas históricas y, en lugar de responder con alegría y generosidad porque ahora son más mujeres para defender la igualdad, las feministas vinculadas al PSOE reaccionan de forma furibunda en clave identitaria. La diputada socialista Ángeles Álvarez hace filibusterismo parlamentario para boicotear la tramitación en el Congreso de la ley registrada en 2017. La Ley trans de 2018 ni siquiera llega a la Mesa del Congreso porque el PSOE la paraliza por orden de Ángeles Álvarez, hoy una de las portavoces más ilustres del feminismo transfóbico.

En 2019 el 8-M vuelve a ser masivo, pero el 25-N de ese mismo año, Día Internacional contra la Violencia de Género, se producen divisiones de las manifestaciones y manifiestos. El feminismo se balcaniza. Por un lado, las asociaciones vinculadas al PSOE introducen disensos en los manifiestos, como la abolición de la prostitución, para romper la unidad; por otro, las organizaciones feministas más jóvenes, politizadas alrededor del 15-M y del 8-M de 2018.

Un viejo feminismo institucional y académico se enfrenta al nuevo feminismo popular e interseccional que, además de reconocimiento, defiende redistribución de la riqueza y aboga por un feminismo transversal para cambiarlo todo, que beneficie a todas las mujeres, y que el feminismo no funcione únicamente como un lobby para los objetivos de las mujeres con poder. En verano de 2019 llega una nueva edición de la Escuela Rosario Acuña de Gijón, dirigido por la filósofa feminista y militante del PSOE Amelia Valcárcel, que lo recordarán porque se hizo viral un vídeo con risas, comentarios jocosos e insultos transfóbicos que a su vez saltó a los medios de comunicación generalistas. La Escuela Rosario Acuña no es una jornada feminista más, es el encuentro anual más importante que, desde 2003, tiene el feminismo vinculado al PSOE y donde se dan debates que luego ocuparán la agenda feminista en los próximos años. Es el gran think tank del feminismo español y en 2019 se convierte en el think tank de un feminismo genitalista que afirma que las mujeres trans no son sujetos del feminismo “porque son tíos”.

En la Escuela Rosario Acuña de 2019 se decidió que la agenda feminista del PSOE de los próximos años tenía que girar en torno a la oposición a la Ley trans que PSOE y Unidas Podemos llevaban en sus respectivos programas electorales y que se incluyó en el documento por el cual se firmó el acuerdo de coalición. Todo en base a un supuesto borrado de las mujeres que no ocurría, sorpresivamente, cuando las leyes trans se aprobaron por el PSOE en los parlamentos autonómicos. Las feministas del PSOE se divorcian de la línea del partido porque piensan que Pedro Sánchez les ha fallado por darle el Ministerio de Igualdad a Unidas Podemos y dejar fuera de las políticas feministas a las socialistas que creen ser las dueñas del movimiento. El monstruo ya no se puede parar y acaba incluso por crear un serio problema interno que divide al PSOE en dos mitades.


En el fondo está el interés por hacer caer a la ministra de Igualdad, a la que consideran una okupa del feminismo.


Luego viene la creación de la Plataforma contra el Borrado de las Mujeres que promueven Alicia Miyares, exjefa de gabinete de Amelia Valcárcel en el Gobierno asturiano y exasesora de María Teresa Fernández de la Vega en la Vicepresidencia del Gobierno de España, y Ángeles Álvarez, exdiputada del PSOE que es sacada de las listas por Madrid tras apoyar el golpe de Estado contra Pedro Sánchez y votar la investidura de Mariano Rajoy en el Congreso. Después de esta plataforma vienen cientos de artículos, conferencias, tertulias, jornadas universitarias, bulos y tuits de claro contenido transfóbico donde se niega que las personas trans tengan derecho a decidir quiénes son.

Y ya como colofón, llega el 8-M de 2020. Las feministas del PSOE marchan por su cuenta, llegan a las manos con la comisión organizadora de la manifestación de Madrid, rompen el cordón de seguridad y se lían a tortazos por situarse en cabeza durante la lectura del manifiesto. Para poner la guinda al pastel, y por si a alguien le queda duda, en junio de 2020 se hace público un argumentario transfóbico firmado por Carmen Calvo, y enviado a todas las agrupaciones del PSOE, en el que se les dice a los militantes socialistas que las personas trans son “ficciones jurídicas” y que se opongan a la autodeterminación del género porque borra a las mujeres.

Groso modo, esto es el resumen de lo que ha ocurrido en los últimos años hasta llegar al momento presente de guerra total entre las feministas vinculadas al PSOE, el Ministerio de Igualdad, el movimiento LGTBI y la mayoría del movimiento feminista que ha firmado un manifiesto con 11.000 firmas a favor de la Ley trans para diferenciarse de otros manifiestos contrarios a la ley que han promovido desde las organizaciones feministas que son satélites de los intereses de Carmen Calvo.

En el fondo está el interés por hacer caer a la ministra de Igualdad, a la que consideran una okupa del feminismo y una traidora a las políticas feministas del PSOE. Aún más en el fondo, lo que subyace en esta guerra es la lucha sin cuartel por el control del movimiento feminista con los argumentos, mentiras y retórica de la reacción habitual de la ultraderecha. Las asociaciones LGTBI, históricamente muy afines al PSOE, siguen sin dar crédito de que el partido que históricamente más ha apoyado las reivindicaciones de la diversidad sexual sea felicitado incluso por Vox por reproducir los mensajes de la organización ultraderechista Hazte Oír: “Los niños tienen pene y las niñas tienen vulvas”.

El PSOE se enfrenta a una ruptura emocional con el movimiento LGTBI que no perdonará que la Ley trans no se apruebe y que podría incluso acarrear como consecuencia la prohibición de que los socialistas desfilen en el próximo Orgullo LGTBI. Las feministas contrarias a la Ley trans, con argumentos tan peregrinos como que los hombres querrán ser mujeres para no ser condenados por violencia de género, tendrán que explicar muy bien su posición para que no parezca burda transfobia al servicio de la lucha por el control de un movimiento que ya no controlan y de un ministerio que está gobernado por una nueva generación de feministas porque el PSOE ya no saca mayorías absolutas. No es la Ley trans, sino la lucha encarnizada del PSOE por intentar controlar un movimiento feminista que se ha independizado de sus sedes.

 

Déjeme que le cuente algunas vidas trans, señora Carmen Calvo

 

Por Raúl Solís

Periodista, europeísta, andalucista, de Mérida, con clase y el hijo de La Lola. Independiente, que no imparcial.

6 de febrero de 2021

https://www.lavozdelsur.es/opinion/dejeme-cuente-algunas-vidas-trans-senora-carmen-calvo_255680_102.html

 

Carmen Calvo, en una imagen reciente. FOTO: PSOE

 

Me gustaría que lo que va a leer en adelante se lo hubiese escrito Soraya, una mujer trans de 70 años que vota al PSOE hasta cuando lo hace mal y que me encantaría que usted la conociese para entender que nunca eligió su género, jamás eligió lo que es, porque de haber podido elegir su vida hubiese sido mucho más fácil de lo que ha sido. Conocer a Soraya le ayudaría a entender que las teorías sin empatía son fanatismo y que el género no se elige, se manifiesta a muy temprana edad. Las personas trans, así como las personas que somos gais, lesbianas o bisexuales, lo único que decidimos desde que somos bien pequeñas es cómo intentar que no se note lo nuestro para evitar un destino lleno de piedras que supone nuestro camino a la libertad.

Soraya fue expulsada de su hogar familiar a los 13 años, con una paliza de por medio, porque un amigo de su padre le dijo a éste que la había visto con los ojos pintados por el centro de Sevilla. Pasó tres meses durmiendo debajo del puente de Triana por el pavor que le daba regresar a casa. A los 14 años, esta señora fue violada por un vecino y en un solo día llegó a ser detenida más de 20 veces sólo por andar con sus andares y mover las caderas a un ritmo prohibido por el franquismo.

En una de esas detenciones fue trasladada a la prisión a cumplir condena durante seis meses en aplicación de la ley de vagos y maleantes. Soraya no eligió las palizas que le pegó su padre, ni dormir durante tres meses debajo de un puente, ni que la violara un hombre a los 14 años. Mucho menos eligió pasar seis meses de los mejores años de su vida en una prisión inmunda ni soportar las torturas de un régimen que le pegaba palos pensando que así dejaría de ser mujer y se haría un hombre  hecho y derecho, que era la expresión machista que se usaba y se usa para corregir a las personas que se salen de las normas de género hegemónicas impuestas por el patriarcado.

Soraya ahora cobra un pensión no contributiva y vive en un apartamento de 25 metros cuadrados. Ha trabajado toda su vida, pero gran parte de ella ha sido en el espectáculo, haciendo reír y divirtiendo a una sociedad hipócrita que le aplaudía de noche y de día la encarcelaba. Vive sola, sola como la una, y aún hay miembros de su familia que la siguen llamando en masculino, cuando la llaman, a pesar de que es una mujer como usted. Está sola también porque en el amor ha tenido poca suerte. Los hombres la querían para el sexo, pero no para presentarla en sociedad porque ser trans era un motivo de vergüenza y deshonra para la masculinidad hegemónica. Me gustaría que este artículo lo hubiese escrito Soraya, pero no puede, Carmen, a los nueve años fue expulsada de la escuela por alterar la moral de la época.

Esta mujer, a la que yo quiero y admiro, no ha elegido casi nada en su vida. No ha elegido las hostias que le pegó la policía franquista, ni la pensión de miseria que cobra, ni haber sido una paria de la sociedad y un objeto sexual para los hombres que luego le negaban el amor. Soraya no eligió nunca ser mujer, lo es desde que tiene conciencia, a pesar de las palizas de su padre, de las hostias de la policía, del abandono familiar, de los trabajos de miseria, de los codazos y de la soledad que sufre a sus 70 años. ¿Usted se imagina que alguien en su sano juicio iba a elegir una vida tan amarga por puro capricho?

Este artículo se lo podría haber escrito también Silvia, otra mujer trans, canaria, que abandonó su isla en el año 73 y, a los seis meses de llegar a Barcelona, se encontró con la cárcel y la prostitución, de la que todavía no ha podido salir porque, a sus 68 años, se ve obligada a aceptar servicios para ir ganándose la vida y sortear la situación de extrema vulnerabilidad social que sufre. Nunca pudo recuperar la relación con sus padres, Carmen, y su vejez se avecina sola, pobre y con secuelas en todo su cuerpo de tratamientos médicos clandestinos y procesos de autohormonación sin control alguno. Silvia se intentó matricular en la Universidad de la Laguna para estudiar Medicina pero no pudo ser: “O te vistes como un hombre o no serás admitida”, le dijeron el día que quiso matricularse. Rechazó disfrazarse de hombre porque no podía elegir ser lo que no era, Carmen.

Dirá que me remonto a muy atrás y que la situación de las personas trans en España ha cambiado mucho. Le diré que lleva razón, pero aún hay casos de maltrato hacia las personas trans que estremecen y no se cuentan. Este artículo se lo podría también  haber escrito Oscar, un joven trans de 25 años de Jerez de la Frontera, que a los 19 años tuvo que huir de su casa. Su padre lo encerró con llaves en su habitación porque no toleraba que hubiese comenzado su transición. Hoy este chico vive en Madrid, laboralmente navega en la precariedad más absoluta y no cuenta con el apoyo de su familia. ¿De verdad piensa que este chico ha elegido el abandono familiar, la pobreza y el desarraigo como forma de vida?

En Córdoba vive una chica trans de unos 20 años, Carmen, que me gustaría que la conociese en una de las veces que baje a su tierra. Esta chica ha contado con el apoyo de su familia desde que tiene 16 años. Hoy está estudiando y su futuro no será en nada parecido al de Soraya, Silvia u Óscar. Alma, que así se llama la chica cordobesa, ha tenido la suerte de tener unos padres que la han apoyado, pero hay miles de personas trans que no tienen esa suerte y sus vidas son una continua cuesta arriba. ¿De verdad cree que una persona trans elige la exclusión laboral, que no le alquilen un piso, la expulsen de bares o discotecas, la echen de vestuarios y baños públicos o recibir insultos, humillaciones y palizas sólo por poner un pie en la calle?

Imagínese qué ha sentido estos días Soraya, Silvia, Oscar o Alma al escucharle decir que han elegido su género, ser lo que son, y que todo lo que les ha pasado en la vida, poco más o menos, se debe a una decisión caprichosa que lo único que persigue es borrar a las mujeres, cargarse el movimiento feminista y querer acabar con la leyes de igualdad y de violencia de género. No dudo que sepa teoría feminista, señora Calvo, pero estaría bien que entendiera que la vida real tiene muchas más aristas que las teorías y que imponer teorías como si fueran moldes de hormigón es un ejercicio de ausencia absoluta de empatía que está más cerca de los regímenes totalitarios que de un Estado democrático.

Aprobar la ley trans es una urgencia porque bien sabe, tanto como jurista y como política con varios trienios en las instituciones, que las leyes sirven para educar a la población y esta ley servirá para lanzar un mensaje rotundo a la sociedad de que las vidas trans importan, que no son un chiste, ni un capricho, ni una performance y que se merecen un Estado que las acompañe y reconozca su identidad para que ser feliz no dependa de la suerte de nacer en una familia o en otra.

Seguramente sepa usted mucha teoría feminista, pero me temo que no conoce a ninguna persona trans, que no se ha sentado nunca delante de una de ellas y las ha mirado a los ojos, sin  medios de comunicación de por medio, para conocer sus recorridos vitales y el mucho sufrimiento que llevan en las mochilas desde que se presentan al mundo como lo que son. Sería interesante que lo hiciera a la mayor brevedad posible, señora vicepresidenta del Gobierno.

Las personas trans no son una teoría, son realidad y a usted, que es ministra, le pagamos por hacer política, por gestionar la realidad, y no para imponer sus dogmas teóricos a ninguna vida. Créame, las personas trans son un colectivo vulnerable, desde que manifiestan su identidad descienden a los sótanos de la sociedad y sus vidas están repletas de muros difíciles de saltar. No han elegido su género, lo único que han elegido en la vida es a esconderse de la violencia, del abandono familiar, de los insultos, de las humillaciones y de los codazos a su paso. Más empatía y menos teoría, señora Calvo.

 

¿Abolir la prostitución? Sólo Ciudadanos está en contra: «La regulación protege a las trabajadoras»

EL ESPAÑOL pregunta a los principales partidos con implantación nacional. El Gobierno busca «un acuerdo transversal» para erradicarla.

 

Marcos Ondarra @MarcosOndarra

14 de septiembre de 2020

https://www.elespanol.com/espana/politica/20200914/abolir-prostitucion-solo-ciudadanos-regulacion-protege-trabajadoras/520198611_0.html

 

Laura Berja (PSOE), Irene Montero (Podemos), Marga Prohens (PP) y Sara Giménez (Ciudadanos).

 

El Gobierno de España quiere abolir la prostitución. Así lo anunció Pedro Sánchez el pasado 7 de septiembre en una entrevista concedida a TVE: «Forma parte del acuerdo de Gobierno» que el PSOE contrajo con Unidas Podemos. No obstante, debido a que el Ejecutivo sólo suma 155 escaños, el presidente admitió la necesidad de llegar a un «acuerdo transversal».

Bajo esta premisa, la gran pregunta es: ¿cuáles de los principales partidos estarían dispuestos a sumarse a ese «gran acuerdo» por la abolición de la prostitución? EL ESPAÑOL ha charlado con representantes de los principales partidos para que expliquen su postura.

Ciudadanos es el único que se confiesa abiertamente regulacionista —es decir, defiende que la prostitución es un trabajo y promueve regular la forma en la que se lleva a cabo—, mientras que tanto el PSOE como el PP se muestran abolicionistas —consideran la prostitución, además de la trata, violencia contra la mujer—.

Unidas Podemos se sitúa en un término medio. Por un lado, admite que distintas posturas conviven en su seno, aunque recalca que la abolición de la prostitución es «el horizonte al que queremos llegar». La formación de izquierda radical establece además una distinción entre la «trata con fines de explotación sexual» y «la prostitución» porque ésta última «atiende a otras lógicas».

Vox, por último, prosigue con su veto a este medio y no ha querido responder a las preguntas planteadas. En su programa electoral, la única alusión indirecta a la prostitución es una propuesta que reza: «Prohibición de los vientres de alquiler y toda actividad que cosifique y utilice como producto de compra-venta a los seres humanos».

Cs: regular como en Alemania

Sara Giménez, diputada de Ciudadanos por Madrid en el Congreso de los Diputados, considera que se trata de una cuestión «muy compleja y en gran parte oculta, porque no existe ningún establecimiento público con licencia de ‘prostíbulo’, aunque sí existen establecimientos públicos en los que se ejerce de manera más o menos abierta la prostitución».

En este sentido, la diputada considera que «hay que afrontar la cuestión con realismo y de manera pragmática, huyendo del populismo y de las grandes proclamas irrealizables, igual que de los anuncios oportunistas e interesados a los que lamentablemente estamos acostumbrados».

«En Cs, por supuesto, tenemos el compromiso firme de combatir a las mafias y erradicar la trata y la explotación sexual. Esa es nuestra prioridad, pero somos conscientes de que la prostitución no va a desaparecer con una iniciativa parlamentaria o simplemente con cerrar los ojos: hace falta valentía y realismo para abordar esta actividad como lo hacen otros países de nuestro entorno», arguye Giménez.

En este sentido, la diputada liberal asegura que su partido aboga por regular la prostitución «como se ha hecho ya en Alemania, Países Bajos, Austria o Suiza» ya que «protege a las trabajadoras y trabajadores sexuales, garantiza sus derechos y lucha de manera efectiva contra las mafias».

«Además, está claro que este debate no puede quedarse encorsetado en posturas maximalistas que no dan solución a la situación de personas vulnerables, para las que habría que poner atención desde una perspectiva amplia que busque garantizar su plena inclusión», concluye la representante de Ciudadanos.

PSOE: abolición

Laura Berja, portavoz de Igualdad del PSOE en el Congreso de los Diputados, es tajante cuando habla con este diario de la postura de su partido: «Nosotras somos abolicionistas de la prostitución, lo hemos dicho muchas veces y en el programa electoral llevamos medidas que van en esa dirección».

Medidas que, según anuncia la portavoz de Igualdad, pasarían por la «tipificación de todas las formas de proxenetismo», así como por añadir «responsabilidad penal a los dueños de los prostíbulos«.

La prostitución, según la diputada socialista, es una «forma de explotación sexual, una esclavitud y una grave vulneración de los derechos humanos» porque «se aprovecha muchas veces de la situación de extrema pobreza». «La prostitución se sirve de la feminización de la pobreza», arguye.

En este sentido, recalca que la prostitución «es el escaparate de la trata» porque «siempre hay un sistema opresivo detrás del ejercicio de la prostitución». «Hay redes y mafias detrás de ese ejercicio».

En su programa electoral para las últimas elecciones, los socialistas abogaban por sanciones por la demanda y compra de esta práctica. Asimismo, son partidarios de introducir una figura jurídica que permita «sancionar penalmente a quienes contribuyan o se beneficien de la prostitución ajena». De este modo, el PSOE pretende «desmantelar» la industria de la prostitución.

PP: Pacto de Estado

Marga Prohens, portavoz de Igualdad del Partido Popular, explica que desde su partido, «como impulsores del Pacto de Estado contra la Violencia de Género», son partidarios de «luchar contra la prostitución, que está muy ligada a la trata con fines de explotación sexual».

«El 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en España lo hacen siendo víctimas de explotación sexual», asegura Prohens. Por ello, la diputada popular pide que «como está recogido en el Pacto, se trabaje en una ley integral de lucha contra la trata con fines de explotación sexual«.

-¿Y si una mujer desea libremente dedicarse a la prostitución?

-Cuando legislas, debes mirar por el interés general. Las cifras son muy claras: la mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución no lo hacen de forma libre. Por tanto, no podemos vivir en una sociedad que da pasos hacia la igualdad y hacia la erradicación de la violencia, pero luego permanecer impasibles ante esta actividad. El cliente paga un precio por usar el cuerpo de una mujer durante un tiempo determinado. Esta actividad conlleva muchas veces maltrato físico o prácticas abusivas hacia una mujer que no tiene poder para decidir qué labor quiere realizar.

«Todo el resto es palabrería y parches, como la medida de cerrar los prostíbulos con la pandemia», critica la diputada del PP por Baleares. En este sentido, dice estar «extrañada» por la postura del Gobierno: «La ministra de Igualdad dijo en una comparecencia a principio de legislatura que ella se consideraba abolicionista, pero que no se aboliría la prostitución durante este mandato, que no era prioritario».

Unidas Podemos: división

Unidas Podemos, en conversación con este medio, se remite al documento de feminismos presentado en la Tercera Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos —Vistalegre III—. En éste, la formación admite que dentro de su seno conviven distintas posiciones en materia de prostitución. Quizá por eso la redacción del documento resulte ambigua.

Por un lado, la formación sostiene que «las medidas punitivas solo refuerzan el estigma» y que las instituciones públicas «deberían ofrecer alternativas de vida a las mujeres». No obstante, también recalca que la abolición de la prostitución es «el horizonte al que queremos llegar».

Podemos también distingue entre «trata con fines de explotación sexual» y «la prostitución» porque ésta última «atiende a otras lógicas». Con respecto a ésta última, el partido morado defiende medidas como «la derogación de la directiva europea de retorno, el cierre de los CIE —Centro de Internamiento de Extranjeros— y la derogación de la ley mordaza».

Todas estas medidas, según Podemos, son «fundamentales a la hora de abordar la prostitución por la vinculación que tienen con los procesos migratorios y la prostitución que se ejerce en la calle».

 

El PSOE pide obligar a las prostitutas a cambiar de vida

La concejal socialista Llanos Cano reclama que la nueva Ordenanza de Convivencia Cívica “pueda sacar a todas las señoras prostituidas de forma obligatoriadarles una alternativa vital” 

 

Por A. Maestre

14 de octubre de 2020

https://www.esdiario.com/326857986/El-PSOE-pide-obligar-a-las-prostitutas-a-cambiar-de-vida-.html

 

Llanos Cano, concejal del Grupo Socialista, reclama una alternativa vital para las mujeres prostituidas / FOTO: O. Avellán

 

La concejal del Grupo Municipal Socialista (GMS) en el Ayuntamiento de Alicante, Llanos Cano, reclama que la nueva Ordenanza de Convivencia Cívica presentada por el Equipo de Gobierno apueste “por un modelo social en el que se tenga que poder sacar a todas las señoras prostituidas de forma obligatoria y además darles una alternativa vital, incluidos temas habitacionales de todo tipo”.

La edil del PSOE critica que se vaya a sancionar a quienes ejercen la prostitución en las calles de la ciudad, y ha lamentado que “volvemos otra vez atrás, a castigar a los colectivos más indefensos y más vulnerables de Alicante”. Llanos Cano ha insistido en que “volvemos otra vez a castigar a las prostituidas, es decir victimizamos a las mujeres que son obligadas a ejercer la prostitución y luego las multaremos”.

Ni prostitutas ni mendigos pagarán las multas

En relación a la tabla de sanciones que ha presentado el concejal José Ramón González, Cano se pregunta “cómo se van a pagar esas multas, no solamente de las prostitutas sino también las de los mendigos”.

La concejal ha cuestionado que en esta ordenanza se traten planes inserción “porque se lleva a través de la Concejalía de Seguridad Ciudadana”, y se pregunta si no sería mejor llevarlo por Servicios Sociales, a través de la reinserción y reeducación, proporcionando instrumentos vitales, y no solamente coercitivos y con multas.

 

El 0,56% de las trabajadoras sexuales fueron víctimas de trata en España en 2019, según el Informe Anual del Ministerio Fiscal

 

En 2019 se contabilizaron en España 567 víctimas de «trata con fines de explotación sexual», de las que 98,2% fueron mujeres, según el Informe Anual del Ministerio Fiscal.

Si aceptamos la cifra de 100.000 como el número estimado con más frecuencia de trabajadoras sexuales en España, tenemos que el 0,56% de éstas fueron víctimas de «trata». Un número muy alejado del 80% repetido como dogma de fe, o del 99% revelado por el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Pero en la lucha contra los derechos fundamentales de las mujeres más vulnerables hace tiempo que la mentira más desvergonzada se ha convertido en dogma irrefutable.

Ya ni siquiera hace falta recurrir a la «lucha contra la trata» para impulsar la prohibición de la prostitución: ésta misma se ha convertido de la noche a la mañana en la «lacra social» a erradicar. El nuevo dogma desvergonzado es que la prostitución es violencia de género y, por tanto, ya el 100% de las prostitutas son mujeres desposeídas por el Estado de su dignidad —de su capacidad de decidir sobre su vida— y pueden ser privadas de su medio de subsistencia y enviadas a centros de «rehabilitación y reinserción laboral», lo que llaman hipócritamente «alternativa habitacional».

Espera contar Pedro Sánchez con el voto transversal en el Congreso para consumar su crimen. Lo tiene asegurado. Su postura es la de la derecha religiosa, la de la derecha antiabortista: puede contar con el voto entusiasta del Partido Popular. Así se pavimentó el camino de Hitler hacia el poder en la Alemania de 1933, con la diferencia de que entonces la socialdemocracia defendía la despenalización de las prostitutas.

Cuando desde la misma Presidencia del Gobierno —cuando el mismo Pedro Sánchez— se propugna la violación de los derechos humanos —de los derechos fundamentales garantizados por la Constitución— a las mujeres más vulnerables, a las prostitutas, podemos afirmar que el fascismo está ya entre nosotros.

 

 

 

 

 

 

Intervención de Marijose B. Márquez (Colectivo de Prostitutas de Sevilla) en «Derechos y autoorganización de las Trabajadoras Sexuales»

 

 

 

Intervención de Marijose B. Márquez (Colectivo de Prostitutas de Sevilla) en la charla titulada «Derechos y autoorganización de las Trabajadoras Sexuales», celebrada en el Centro de Historias de Zaragoza el día 12 de diciembre de 2018. Participaron asimismo las trabajadoras sexuales Verónika Arauzo (USTS-IAC) y Conxa Borrell (OTRAS), actuando como moderadora la periodista Rocío Durán.

 

 

Puede verse la charla completa aquí:

 

María José Barrera: “La única manera de hacer algo por las putas es contando con las putas”

Si hay un debate capaz de polarizar el movimiento feminista ese es el de la prostitución. Una búsqueda rápida en Google nos arroja un sinfín de cifras, citas, testimonios y teorías que van desde la trinchera argumentativa abolicionista hasta la regulacionista.

 

María José Barrera (izqda.) en una manifestación en Sevilla LARA SANTAELLA

 

EMILIA GARCÍA MORALES

20 de diciembre de 2018

https://www.elsaltodiario.com/feminismos/entrevista-maria-jose-barrera-colectivo-prostitutas-sevilla-regulacionismo

 

Parece difícil entender por qué en este periodo de luchas feministas algunas querrían apostar por el reconocimiento de una actividad que parece situarse en el corazón del patriarcado. Para intentar entenderlo, nos reunimos con Maria José Barrera, exprostituta y activista por los derechos de las trabajadoras sexuales en el Colectivo de Prostitutas de Sevilla. Nos citamos en La Casa Invisible una hora antes de su charla en el festival feminista FemFest celebrado en Málaga. Llega cargada de papeles y me los enseña uno a uno, tratando de mostrarme cómo son las condiciones de vida de las prostitutas y su relación con la institución. Dice que para comprender por qué se organizan es necesario saber cómo es la situación de las putas. Así que durante la siguiente hora, la escuchamos.

Se cuestiona mucho la motivación de la creación de los colectivos y sindicatos de trabajadoras sexuales ¿Cuáles son los motivos que os llevaron a vosotras a organizaros?
Yo he luchado por los derechos de las prostitutas durante 15 años y, en todo este tiempo, la situación de mis compañeras no ha cambiado. Te voy a contar la realidad en la que nosotras vivimos para que luego entiendas por qué nos organizamos. Si la gente no conoce nuestra situación y lo que nos ha llevado a tenernos que organizar, no saben el sentido que tiene que lo hagamos.

Durante estos 40 años de democracia los movimientos sociales, políticos, sindicales y feministas han tenido las herramientas suficientes para darnos alternativas laborales pero no lo han hecho

Ahora mismo, lo único que se está haciendo en este debate es usar como arma arrojadiza, en contra de nuestra lucha, a las compañeras víctimas de trata para fines de explotación sexual y a las compañeras que quieren dejar de ejercer la prostitución. Durante estos 40 años de democracia los movimientos sociales, políticos, sindicales y feministas han tenido las herramientas suficientes para darnos alternativas laborales para que muchas mujeres dejaran de ejercer la prostitución y para mejorar la situación de las que lo hacían. Pero no lo han hecho. Por eso nos hemos organizado.

Háblanos del juicio contra OTRAS
El 14 de noviembre hubo dos juicios en Madrid. Nos denunció la Plataforma 8 de Marzo de Sevilla. Ese juicio debería haberse realizado en Sevilla, pero claro, como las putas somos terroristas nos mandaron a la Audiencia Nacional. Esto fue porque el gobierno, cuando el sindicato OTRAS le metió ese pedazo de gol, dijo «esto lo vamos a derogar». Después dijeron que se les había pasado el plazo y lo que hicieron fue echarle la culpa a la funcionaria de turno. Pero no se les había pasado el plazo, lo que ocurría es que no había manera de echar el sindicato para atrás. Entonces lo que han hecho es utilizar a dos entidades potentes para que nos denuncien en la Audiencia Nacional.

¿En qué consiste la denuncia?
En que detrás de las organizaciones de prostitutas están los proxenetas, que no somos nosotras las que nos organizamos y que lo que buscamos es el beneficio para los clubs. Lo que ustedes estáis viendo ahora en las redes sociales las putas lo llevamos aguantando más de 15 años. Yo invito a todo el mundo a que me denuncie y que lo demuestre, porque son ellas las que tienen que presentar pruebas de lo que están diciendo. Estas acusaciones que hacen se las cuentan a las nuevas abolicionistas y todo el mundo va con la misma cantinela pero nadie tiene pruebas. Así que si la Plataforma 8M, que es la autora de la letra de esta canción, no lo ha podido demostrar, las demás que se dejen ya de tararearla. Lo que queremos es hablar de la realidad de las putas y del por qué nos organizamos.

El Colectivo de Prostitutas de Sevilla nos autogestionamos vendiendo camisetas o montando comidas populares. Así nos pagamos las charlas y el desplazamiento. Tan solo hemos recibido una subvención por parte de Participa Sevilla que fueron 500 euros que invertimos en trípticos y en una pancarta. Esa es la pasta que nosotras tenemos.

Si los proxenetas, como dicen ellas, tienen chiringuitos, es gracias a las abolicionistas institucionales no gracias a las putas ni a las organizaciones de las putas. Todas estas señoras: Charo Luque, Celia del Partido Feminista de España y todas estas señoras que llevan siendo abolicionistas más de 20 años según Izquierda Unida, a día de hoy no han presentado ninguna moción contra los clubs. Es más, su partido ha dado licencia para clubs.

Entonces, ¿cómo funciona el proxenetismo? ¿Cómo se da la prostitución en los clubs?
No existe el proxenetismo dentro de los clubs. Hay trata o explotación laboral, pero no proxenetismo. Y te explico por qué. En los clubs no existe proxenetismo porque no se llevan dinero de nuestros servicios. Cuando se regula el alterne, los dueños de los clubes montaron hoteles. Nosotras lo único que pagamos es hospedaje, de manera que somos «clientas» y así ellos no tienen nada que ver con lo que hagamos nosotras. Pero sí tienen que ver, porque tú te vas a la puerta de un club y ves un pedazo de cartelito con un horario. Si no somos trabajadoras ¿por qué tenemos un horario o un uniforme? Esa es la sobrexplotación que nosotras tenemos dentro y no tenemos leyes que nos amparen.

No existe el proxenetismo dentro de los clubs. Hay trata o explotación laboral

Nosotras pagamos un hospedaje por cama, de entre 60 y 120 euros, por lo tanto una habitación puede ser ocupada por dos y tres mujeres. Además se quedan con el 50% de las copas a la que nos invitan los clientes, que pueden costar entre 20-50 euros. La chica se queda con el 50% del dinero de la copa y el empresario con el otro 50%.

Esto es el alterne y está regularizado desde los años 80, que lo hizo Felipe González. El mismo partido político que ahora nos persigue. De hecho, lo que ha pasado en todo este tiempo ha sido que todo lo que se ha hecho en relación a la prostitución es darle poder a los empresarios pero no a nosotras. Los de la asociación ANELA, la Asociación de Empresarios de Alerte, vinculada a España 2000, sí que están dados de alta y registrados desde 2004, bajo el gobierno de Zapatero. Pero ni el gobierno ni las abolicionistas han hecho nada. Todo lo contrario. Se han unido para denunciarnos en plataforma cuando todos ellos son los culpables de convertir a esta panda de cabrones en empresarios.

Háblanos de la trata
Con el tema de la trata hay una distancia brutal entre lo que se cuenta y lo que realmente ocurre. Muchas veces lo que encontramos son situaciones de explotación. Y no sexual, si no laboral.

A veces se refieren a la trata cuando hablan de mujeres inmigrantes indocumentadas. Algunas de estas mujeres aceptaron en su país venir aquí a ejercer la prostitución y sabían que iban a tener que pagar una multa, un pasaje que podía ser más caro. Con lo que ellas no estaban de acuerdo era con las condiciones de explotación en la que nosotras ejercemos la prostitución.

Cuando escuchas en la tele «hay nosecuantas mujeres inmigrantes víctimas de trata en una redada en un club» tú entiendes que somos todas las que estamos en el club. Pero no es así. Cuando viene una redada a las españolas y a las inmigrantes con papeles las apartan y a las que contabilizan son a las inmigrantes sin papeles. Y esas compañeras son a las que deportan. Cuando veis redadas en la tele vosotras creéis que hay protección, pero nosotras vemos la deportación de nuestras compañeras. Si son víctimas de trata, ¿donde está la atención para que esas compañeras puedan denunciar?

En los último 10 años tan solo 25 compañeras han recibido asilo político por ser víctimas de trata

Ahora, también existe la prostitución forzada. Esa es la prostitución por trata. Para eso hay leyes que los persiguen. Una de nuestras principales reivindicaciones es la protección real para las víctimas de trata ya que, en los últimos 10 años, tan solo 25 compañeras han recibido asilo político por ser víctimas de trata. Si estos gobiernos y todos estos movimientos están tan preocupados por las putas, ¿por qué carajo no han hecho nada durante 10 años? Las abolicionistas institucionales que firman leyes por nosotras han guardado silencio.

¿En qué ha mejorado a vuestra situación conformar el colectivo?
Por lo pronto lo que estamos haciendo es levantar la voz, aunque nos apliquen la mordaza. Creo que si esto es así es porque estamos diciendo muchas verdades. Mira, en mayo dimos la primera charla en la Universidad Pablo Olavide e intentaron boicotear el acto para que no pudiéramos hacerlo. Esto nos pasa a menudo ¿Y por qué no quieren que levantemos la voz? Porque contamos todo lo que está pasando dentro y fuera de los clubs y esto no gusta.

Nosotras contamos que nos están explotando. Contamos que sufrimos sobreexplotación económica dentro de los clubs y denunciamos que las redadas están dirigidas a nosotras.

¿En qué consiste la violencia institucional que a menudo denunciáis?
Nosotras denunciamos que lo único que se ha hecho legalmente es perjudicarnos; por ejemplo, con las ordenanzas municipales. En Málaga, hay una ley de convivencia desde el año 2013. En el último estudio del 2016, habían multado a 366 mujeres frente a 34 clientes y digo yo que los polvos los echaran juntos. Si el movimiento feminista, social, sindical y político de Málaga estaba tan preocupado por las putas, en 5 años no lo han demostrado. A nuestras compañeras putas las siguen multando, así que se ven obligadas a irse a trabajar a los clubs.

Denunciamos que las redadas en los clubs están dirigidas a nosotras, porque en teoría los clubes no tienen licencia de hospedaje, pero los horarios de comida sí que son los de los hoteles. Nosotras no deberíamos dormir en estos espacios. Las redadas que se hacen van dirigidas a la mujeres porque se sabe que ahí se duerme y no le dicen nada a los empresarios, sin embargo deportan a las compañeras inmigrantes. El ayuntamiento nos dice que no se puede pernoctar en ningún espacio que no tenga licencia. Nosotras le pedimos al ayuntamiento las licencias de los clubs y nos dijeron que ellos no tienen un listado de licencias porque exceden sus competencias. ¿Cómo que exceden sus competencias? ¡Si tenéis un plan contra la prostitución! No sabéis cuando se dan de alta pero cuando se encienden las lucecitas de colores sí sabéis dónde están, ¿no?

Nunca, a ningún colectivo reprimido le sirve la policía. Pero resulta que a las putas nos están diciendo que denunciemos a la policía. ¿A los que vienen con la placa a follarte por la cara? ¿Al que cobra los sobrecitos por no hacer redadas? ¿Al que utiliza el amor romántico con una compañera prometiéndole que le va a dar los papeles y el oro y el moro para que monte una casa de citas en la cual ese mismo policía está ejerciendo proxenetismo porque se te está llevando 50% de nuestras compañeras?

Si la policía no nos sirve tendremos que organizarnos para denunciar todo esto y eso es lo que estamos haciendo.

¿O sea que el proxenetismo lo está ejerciendo la policía?
No, la policía no. Ciertos policías.

¿Cómo os gustaría que se recogiera la prostitución en la legislación?
Nosotras estamos a favor del reconocimiento de nuestros derechos. No queremos que la patronal gane. Nosotras lo que queremos es que las putas ganen. Los dueños de los clubes quieren que se regule la prostitución como en Alemania y Holanda, que nosotras seamos falsas autónomas y que ellos se lleven todo el beneficio. Pero nosotras no queremos que esto se convierta en un Eurovegas Sexual como está ocurriendo en esos países. Nosotras queremos derechos. Que a mí no me pueda multar un tío porque yo baje tarde a una sala que abre a las cinco de la tarde, porque yo no soy su empleada.

LARA SANTAELLA

 

De los diferentes modelos que hay (prohibicionista, regulacionista, abolicionista…) nosotras estamos más de acuerdo con el modelo proderechos neozelandés, que es progresivo y se va adaptando a las necesidades de las trabajadoras sexuales. Aunque este modelo también tiene un punto negro y es que, por recomendación del sector abolicionista, la ley se aprobó sin contemplar el ejercicio de la prostitución de mujeres inmigrantes sin papeles. Solamente está permitido para mujeres ciudadanas y residentes que tienen papeles de manera que, como siempre, las prostitutas sin papeles ejercen la prostitución sin amparo legal. Aunque me parece que esta situación ha cambiado este año.

¿Qué pasa en España? Que hay un batiburrillo de todo. En la Constitución, en sí, no está prohibida la prostitución pero las ordenanzas municipales hacen que te persigan y, a la vez que ocurre esto, existe una asociación de alterne y miles de clubs. Es una panacea.

Sea cual sea el modelo, lo que hay que tener claro es que en todos los países se ejerce la prostitución, incluido en Suecia. La diferencia es que si a nosotras nos pasa algo allí no podemos ir a ningún sitio a reclamar porque no existimos. No se ha parado con la prostitución porque sigue existiendo la pobreza, la inmigración, el capitalismo. Cuando hay hambre la gente hace lo que le da la gana. Las mujeres no podemos ejercer la prostitución y convertirnos en delincuentes.

Entonces, con respecto a los clubs ¿qué posición tenéis? ¿desearíais que dejaran de existir? 
Nosotras lo primero que tenemos que hacer es salir a la calle y ponernos en contacto con nuestras compañeras. Escuchar qué es lo que nuestras compañeras de club deciden de todo esto.

A mí, personalmente, no me gusta el trabajo asalariado y no me gusta el trabajo en los clubs, preferiría que nos organizáramos en cooperativas. Pero hay muchas compañeras que prefieren trabajar ahí para no tenerse que hacer cargo absolutamente de nada y después poder volverse a su país. Queremos respetar los espacios de trabajos de todas las compañeras.

¿Habéis encontrado algún apoyo sindical?
Pues a ver, el SAT nacional sí apoyó la sección sindical de las compañeras de la IAC, pero aquello fue una negociación de las cúpulas de la IAC de Cataluña y el SAT nacional sin contar con las bases, ni con las mujeres del SAT ni con las putas. Las bases se enteran de esto a raíz del nacimiento de OTRAS y deciden echar marcha atrás. Lo que nosotras hicimos fue difundir las declaraciones de Pepe Caballero a favor de la sección sindical en Cataluña. ¿Qué han hecho? Echar marcha atrás. Hicimos un comunicado en el que nos disculpamos con la CNT y CGT porque en el manifiesto local del 1 de mayo nos apoyaron, pero eso no significa que estos sindicatos nos apoyen a nivel sindical. Lo que pasa es que en esa época éramos una novatas sindicalistas y no sabíamos muy bien cómo funcionaba esto. Así que nos disculpamos con ellos, pero no le pedimos disculpas al SAT, de hecho les dijimos que eran unos falsos porque por un lado estaban apoyando una cosa y, por otro, otra.

Nuestro colectivo es asambleario, así que fuimos a un encuentro con las mujeres del SAT, pero no con la intención de crear sección sindical. Lo único que les pedimos es que nos acompañasen para hacer fuerza cuando tuviéramos constancia de que las redada en los club, porque si no esas compañeras terminan deportadas.

Aquí, en Málaga, solamente venimos en participar en la CNT y aquí. Venimos a crear redes, aunque es difícil porque ningún colectivo feminista está posicionado, ni siquiera CNT. Todo el mundo está debatiendo internamente. Pero lo están haciendo malamente, porque nosotras no estamos buscando la regularización de la prostitución como ellas creen.

¿Y qué hay de los partidos políticos? ¿Teníais alguna exigencia de cara a las elecciones?
Nación Andaluza sí que se puso en contacto con nosotras para las andaluzas. Participa Sevilla ha llevado al pleno del ayuntamiento todas nuestras dudas. Gracias a eso sabemos que el PSOE no tiene control en los clubes o que no habían adjudicado a las compañeras las viviendas que prometieron en el primer plan contra la prostitución. A Podemos Andalucía les presentamos unas reivindicaciones que ignoraron. Tuvimos que hacer una campaña a través de las redes sociales etiquetando a todos sus diputados y preguntándoles si no pensaban llevar ninguna reivindicación de las putas, porque del Partido Feminista de España sí que las recogieron, aunque finalmente la enmienda que estas presentaron no se aprobó. Y menos mal.

En las reivindicaciones que les presentamos no entraba el reconocimiento laboral de la prostitución porque nosotras respetamos los espacios no posicionados. Eso no significa que aquí no se puedan hacer muchas cosas. Por ejemplo la elaboración de un plan andaluz de reconocimiento y atención integral para las víctimas de trata, la elaboración de un plan social realista que de alternativas laborales para quién quiera dejar de ejercer la prostitución. Pedimos llevar a cabo una formación rigurosa para el personal autonómico en materia de prostitución, porque no nos pueden atender bajo la moral de esa persona. Además pedimos la descriminalización de la prostitución en su entorno y quitar las ordenanzas municipales, porque con ellas la policía se ha convertido en la moral de la prostitución.

Actualmente, nada está funcionando y eso lo reconoció la mismísima delegada de Igualdad, Miriam Díaz. Por ejemplo, en Sevilla, dentro del plan para la prostitución se nos iba proporcionar un teléfono gestionado desde la mesa de prostitución compuesta por la policía, entidades de atención y las administraciones. Ese teléfono era para que nosotras no llamáramos al 112 porque cuando llegaba el 112 ya nos habían matado o agredido. Pero ese teléfono nos lo tiene que pasar la policía. Hasta día de hoy, y han pasado 8 años, esto no ha ocurrido. El teléfono está creado, vendido, firmado y hecha la foto, pero no está siendo utilizado por las mujeres. No llega. Y esto pasa con todo

Entonces, las compañeras han decidido auto protegerse ellas y llevan spray de autodefensa. Pero después viene la policía, te hace un cacheo, te pilla el spray y te pone 200 euros de multa. O sea, que no me das atención, tienes un teléfono con el cual dices que me vas a dar protección y es mentira y encima me multas porque yo me quiero defender.

¿Qué le pedís a las mujeres abolicionistas en las instituciones?
No pueden seguir dictando leyes que vulneran los derechos humanos de quienes ejercen la prostitución pro de la utopía de la abolición. Tienen que saber cuál es la realidad en la que nosotras vivimos y trabajamos. Queremos que nos escuchen. La única manera de hacer algo útil para las putas es contando con las putas. Si estas no están en las mesas de prostitución y donde se habla de trata, difícilmente vamos a cambiar nuestra situación. Nosotras no sentimos que tengamos una mano amiga.

Te pongo un ejemplo: El 2 de julio en Sevilla hicimos unas jornadas en las que vino una trabajadora social. En las jornadas apareció una trabajadora sexual y cuando vio lo que nosotras hacíamos y lo que pedíamos se empoderó y decidió contactar con una abogada y con esta trabajadora social para contarles el problema que tenía. Estas mujeres se dan hostias para venir corriendo para atenderla pensando que iban a terminar con una red de trata. Nuestra compañera les dice que ejerce la prostitución libremente pero que quiere saber qué derechos tiene porque la dueña de la casa se quedó con 2500 pavos suyos. Esta chica quería saber si la podía denunciar o si tenía derecho a algo, ya que no quería ir a la policía porque en aquella casa había dos compañeras inmigrantes sin papeles y no quería que las deportasen. Cuando esa abogada y esa psicóloga se enteran de que la compañera no es víctima de trata, le deniegan el abogado y la psicóloga. Esta es la mano que nos tienden las abolicionistas.

Las mujeres que ejercen la prostitución son españolas e inmigrantes con o sin papeles que desde el 2007, cuando empezó la crisis, hasta ahora han estado mucho tiempo en la cola de los servicios sociales y del INEM. Y que después un tiempo decidieron ejercer la prostitución. La alternativa laboral que nos dan las asociaciones abolicionistas que nos atienden es mandarnos otra vez a los servicios sociales.

Todo el debate se centra en si la prostitución está bien o mal, mientras que el debate para nosotras es que no queremos seguir trabajando en la clandestinidad y desprotegidas

Las prostitutas queremos que las asociaciones que vienen a los clubes a atendernos lo hagan libremente y que dejen de darles subvenciones solo para hacernos pruebas de VIH, repartirnos condones y darnos talleres sobre cómo colocarlos. Necesitamos derechos y protección laboral. Necesitamos ponerles límites a los empresarios. Todo el debate se centra en si la prostitución está bien o mal, mientras que el debate para nosotras es que no queremos seguir trabajando en la clandestinidad y desprotegidas. Solo queremos que se nos escuche. No queremos ni abolir ni regular, queremos derechos, ampliar nuestro márgenes de decisión y de poder. Tenemos derecho a tener derechos y los queremos para vivir con dignidad, no en la clandestinidad.

 

Por favor, firmad este MANIFIESTO PARA DENUNCIAR LA INCONSTITUCIONALIDAD DE SANCIONAR “COMPORTAMIENTOS” QUE “JUSTIFIQUEN LA PROSTITUCIÓN”

 

Firmas aquí:

https://bit.ly/2E7bEpl

 

El artículo 76 de la vigente Ley andaluza para la promoción de la igualdad de género (Ley 9/2018) ha dado un paso más en el avance imparable de las políticas públicas y jurisdiccionales que persiguen la prostitución y garantizan el estigma y la exclusión de quienes la ejercen voluntariamente. Como si no fuera suficiente con sancionarlas administrativamente a ellas y a sus clientes a partir de ordenanzas municipales y de la Ley de Seguridad Ciudadana o con privarlas del derecho a autoorganizarse para defender sus derechos sindicales frente a los posibles abusos y la explotación de la patronal o de terceros (Sentencia de la Audiencia Nacional de 21/11/2018), ahora, con la nueva Ley, pueden imponerse multas que llegan a los 60.000 euros a quienes “justifiquen” la prostitución utilizando la imagen de las mujeres.

A falta de otras vías posibles, las y los abajo firmantes, pertenecientes a distintos sectores sociales, asociativos, académicos y judiciales de todo el territorio español, se proponen pedir al Defensor del Pueblo que interponga un recurso de inconstitucionalidad frente a unos  preceptos que, bajo el pretexto de promover la igualdad de género, representan una flagrante vulneración de derechos fundamentales:  del derecho a la libertad de expresión o información (art. 20 CE) de quienes, mediante campañas de publicidad o anuncios, “utilicen la imagen de las mujeres asociada a comportamientos que justifiquen o inciten a la prostitución o a la violencia contra ellas” o realicen esa justificación “en actos culturales, artísticos o lúdicos de carácter sexista”; y del derecho de las mujeres que ejercen la prostitución a no ser discriminadas  (art. 14 CE) porque con infracciones como éstas, se les condena a la inexistencia social para no comprometer la imagen pública de las mujeres: una finalidad abiertamente simbólica que nos trae a la memoria esa vieja contraposición entre mujeres buenas y mujeres malas, entre “madreesposas” y “putas”, que tan útil ha sido para los intereses del patriarcado.

No es un problema menor la infracción que este precepto representa para otros principios constitucionales esenciales como el principio de legalidad (art. 9 CE) por la forma extremadamente ambigua e imprecisa con que se formula, que impide conocer la materia de prohibición produciendo una indefensión peligrosa e indeseable. ¿Cómo determinar si los actos culturales, artísticos o lúdicos son “sexistas” (“uso discriminatorio del lenguaje que se hace por razón del sexo”, según la propia Ley)? ¿Son sexistas simplemente cuando exhiben “comportamientos” que “justifican” la prostitución? ¿Y qué significa “justificar” la prostitución? Por ejemplo, ¿quedarían dentro de esos “comportamientos” prohibidos los de defender la autodeterminación sexual de las mujeres o argumentar que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera o pugnar por el reconocimiento del derecho a su sindicación? ¿Podría incluso afirmarse que con ello se incita indirectamente a su ejercicio? O aún más, ¿a qué se refiere la ley cuando habla de prostitución, un concepto que no está legalmente definido y que es hoy escasamente unívoco? El grado de inseguridad jurídica que esta disposición representa es insoportable y desalienta el ejercicio de los derechos de libre actuación y expresión de la ciudadanía.

En cuanto al principio de lesividad, tan necesario para garantizar la dañosidad social de una conducta, cabría preguntarse:¿cuál es el bien jurídico que se tutela sancionando la justificación de la prostitución? ¿Acaso es la prostitución una actividad prohibida? ¿Por qué ley? ¿A qué clase de prostitución se refiere, a la autónoma o a la que se realiza por cuenta ajena, o da igual? Y, sobre todo, ¿no es un despropósito equiparar la justificación de una práctica, si se quiere alegal, con otra tan ilegal como la violencia contra las mujeres? No, no pueden ser lo mismo: es otra incoherencia legislativa que denunciamos. Si lo que se quiere proteger sancionando la justificación de la prostitución es la igualdad de género para garantizar “el bienestar de todas las mujeres y de la población andaluza en su conjunto”, como declara programáticamente la Ley en su Exposición de Motivos, pensamos que no ha elegido el mejor camino. Con este paso de gigantes se condena a demasiadas mujeres a la marginalidad más absoluta.

 

María Luisa Maqueda Abreu, Catedrática de Derecho penal de la Universidad de Granada.

María Acale Sánchez, Catedrática de Derecho penal de la Universidad de Cádiz.

Guillermo Portilla Contreras, Catedrático de Derecho penal de la Universidad de Jaén.

 

Por favor: desea firmar este manifiesto, no olvide incluir en el campo «Profesión o cargo», si procede, el organismo o centro donde trabaje. Ejemplos:

– Profesora Titular de Derecho Penal. Universidad de Jaén.

– Magistrada de la Audiencia Provincial de Lugo.

– Abogada del Ilustre Colegio de Barcelona.

– Psicólogo. Equipo Técnico adscrito a la Fiscalía y Juzgado de Menores de Gijón.

María Luisa Maqueda Abreu, Catedrática de Derecho penal de la Universidad de Granada.

 

Firmas aquí:

https://bit.ly/2E7bEpl

Concha Borrell: «Los abolicionistas de la prostitución viven instalados en el buenismo»

 

La secretaria general del polémico sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS defiende el reconocimiento de la relación laboral con los empresarios de ‘puticlub’

 

Concha Borrell, secretaria general del sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS / CG

 

Por LUIS CALDEIRO

19 de noviembre de 2018

https://cronicaglobal.elespanol.com/vida/concha-borrell-abolicionistas-prostitucion-buenismo_200308_102.html

 

La cita es en el Hotel Plaza, de Barcelona. Concha Borrell –cuarenta y tantos, bien vestida, aunque sin estridencias– se acomoda en el bar del hallfrente a un agua con gas, dispuesta a contestar nuestras preguntas. Es la secretaria general de OTRAS (Organización de Trabajadoras Sexuales), el sindicato que recientemente protagonizó una sonora polémica por su inscripción en el Registro, dejando en evidencia al Gobierno de Pedro Sánchez. Se declara “puta por devoción” y denuncia que, pese al revuelo formado, mediáticamente “no salen en ninguna parte”.

–¿Qué es un sindicato como OTRAS?

¿Qué significa trabajadora sexual? Es toda aquella persona que desarrolla su actividad dentro de este sector: puede ser una bailarina; una mujer que hace striptease para una despedida de solteros; la que trabaja en una línea erótica; una webcamer; una actriz o un actor porno; una masajista erótica…

–Pues se las conoce como “el sindicato de las prostitutas”…

–Es que mucha prensa malintencionada habla del “sindicato de las prostitutas”. Pues, no señor. Somos un sindicato de trabajadoras sexuales. Todas esas mujeres que nunca han interesado ni importado a los grandes sindicatos –que nunca han luchado por nuestros derechos porque les parece mal que hagamos este trabajo– somos las que hemos dicho “hasta aquí hemos llegado”. Tú tienes tus derechos y estás bien cubierto, ¿no? Pues nosotras queremos exactamente lo mismo.

–La mayor parte de lectores desconoce cuál es exactamente la situación legal de la prostitución en España. ¿Es legal, ilegal, alegal?

–Bueno, el término alegal no existe. Es decir, lo que no está ilegalizado, por defecto es legal. Por tanto, el libre ejercicio de la prostitución existe. No hay ningún inconveniente en ello. Ahora bien, ¿qué es lo que está pasando con la prostitución que se está ejerciendo para terceros? Porque es obvio que se está ejerciendo: locales, striptease, burdeles, pisos… Está claro que en estos casos se está trabajando para un empresario.

–¿Qué reivindica su sindicato?

–Lo que pretende el sindicato OTRAS y lo que viene reclamando el sector desde hace muchos años es que aquella gente que trabaja para terceras personas tenga un contrato de trabajo. Ahora mismo no se puede tener ese contrato. Nosotras lo que queremos es pelear por él. Queremos pelear por esas compañeras que no trabajan por cuenta propia porque no quieren o porque no pueden y tienen que hacerlo por cuenta ajena. Y que, al igual que cualquier otro trabajador o trabajadora de este país, tienen derecho a tener un contrato. Queremos derechos laborales para las trabajadoras sexuales, algo tan sencillo como eso. Que puedan coger una baja cuando estén enfermas o un permiso por maternidad; que tengan derecho a jubilación el día de mañana; ¡qué puedan tomarse unas vacaciones! Vamos, cosas muy normales. No se puede mantener sin contrato a doscientas, trescientas o cuatrocientas mil personas en este país sólo porque a ti te parezca mal moralmente.

–Usted plantea este asunto prácticamente como un tema de libertad personal, de hacer con el propio cuerpo lo que se quiera (hasta venderlo). Pero la opinión dominante, que impulsan sobre todo la izquierda y el feminismo, es que la prostitución equivale a trata de personas, donde se explota a las mujeres más vulnerables (pobres, inmigrantes).

–Eso es falso. Y la prueba está en la misma creación de nuestro sindicato: mujeres explotadas, mujeres machacadas, no pueden fundar un sindicato. Una de cada siete mujeres, según la ONU, se encuentra en situación de trata con explotación sexual. Una de cada siete no llega al 14%. Son cifras a nivel mundial. Y un 14% es una cantidad muy alejada de esa “gran mayoría” de mujeres explotadas sexualmente que se nos vende. Amnistía Internacional publicó un comunicado hace dos años donde se instaba a todos los gobiernos del mundo a que se dejara hacer su trabajo a las trabajadoras sexuales y a dotarlas de derechos laborales. Por tanto, no es que lo digamos nosotras, es que hay organizaciones mundiales muy importantes, que no están financiadas por los traficantes de mujeres, que están dando datos que no tienen absolutamente nada que ver con los que se manejan desde el sector abolicionista.

–También se dice que su sindicato favorece los intereses de los proxenetas, ya que su legalización supondría algo así como “blanquear” o “normalizar” una actividad que debería estar prohibida. 

–Te voy a poner un ejemplo: el del puticlub que hay en La Jonquera (Girona). Allí, el empresario les dice a sus trabajadoras a qué hora han de bajar a tratar a los clientes y a qué hora se pueden retirar. Les está cobrando 100 euros la noche por la habitación; además, les cobra las sábanas, los preservativos y… ¡hasta la luz de la habitación! ¿Hay una relación laboral ahí o no? Pues bien, lo que queremos es que ese señor tenga una relación laboral por escrito con sus trabajadoras. Queremos que pague a la Seguridad Social y a Hacienda por sus trabajadoras. ¿Eso es seguirle el juego a los empresarios?

–¿Se considera de izquierdas?

–De toda la vida.

–¿Qué le ha parecido la actitud del Gobierno de Pedro Sánchez en todo el tema de la inscripción de su sindicato en el registro?

–Me parece de pura incultura social, que no entienden la problemática de las trabajadoras sexuales y lo que es peor: no les importa. Me parece impresionante que un partido fundado por los sindicalistas de UGT hace 130 años ponga el grito en el cielo porque el único sector laboral en España que carece de derechos pida sindicarse. ¿Dónde ha quedado el término “socialista” y “obrero” de sus siglas? ¿Dónde su lucha por los trabajadores? ¿Dónde está el PSOE al que he votado tantísimos años?

–¿Y cómo está su situación legal ahora? ¿Están inscritas o no?

–Estamos inscritas, tenemos nuestro código para manejarnos en internet, tenemos CIF… somos absolutamente legales. Y el día 14 de noviembre tuvimos que acudir a la Audiencia Nacional, porque tres organizaciones feministas abolicionistas, dos sevillanas y una catalana, nos denunciaron.

–¿Les han denunciado en base a qué?

–“¡Jó, yo no quiero que esto exista!” (imita la voz de un niño contrariado). Los abolicionistas están en plena rabieta de niño pequeño. Lo que pasa es que las entidades abolicionistas reciben mucho dinero público. APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida), por ejemplo, recibe ella sola en Madrid más de 200.000 euros al año. ¡Es la entidad que promociona Mabel Lozano (la directora del recientemente estrenado documental El Proxeneta)!

–¿Qué piensa de los abolicionistas, inegrados sobre todo por buena parte de la izquierda y el feminismo?

Es un sector instalado en el buenismo, en “su” buenismo. Es decir, para que yo pueda ejercer de “salvadora”, tú tienes que estar en el papel de víctima. Tienes que estar en un papel absolutamente pasivo. Y como sujeto pasivo, para que yo pueda salvarte, tú necesitas ser salvada. Por eso quieren que se nos vea siempre como víctimas, como explotadas, como personas sin cultura ni estudios… Y no, somos mujeres fuertes, libres y trabajadoras. Muchas trabajadoras sexuales han hecho 20.000 km. para llegar a España, vienen del otro lado del mundo, no saben el idioma y aun así tienen esa fuerza, ese impulso para sacar a su familia adelante… Es curioso que esta izquierda de hoy en día sea tan moralista, y que esté instaurada en un plano tan cercano al catolicismo. Y si yo puedo decidir libremente si quiero (o no) tener un hijo utilizando un preservativo o unos anticonceptivos; o si me quedo embarazada y puedo decidir si quiero tener ese hijo o abortar, también quiero poder decidir si mis relaciones sexuales van a ser libres y gratuitas o libres y bajo cobro.

–Imagine que tiene delante a una feminista abolicionista. ¿Qué le diría?

–Estudia, maja. Lee. Lee sobre feminismo. Y pregúntale a las trabajadoras sexuales qué quieren y qué necesitan.